La Asociación Profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL), entidad mayoritaria en el Consejo de la Guardia Civil, ha cifrado en 208 el número de vacantes de guardias civiles en Extremadura, lo que supone un 6,7 % del total, y que ahonda los problemas de seguridad en las áreas rurales.

En concreto, de una plantilla íntegra de 3.085 efectivos en la región, hay un total de 208 vacantes, de las que 177 corresponden a la provincia de Badajoz y 101 a la de Cáceres.

Por ello, JUCIL considera imprescindible que la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, refuerce las plantillas, adaptándolas a las singularidades de la España vaciada.

«La Guardia Civil es responsable de la seguridad de miles de municipios en España ubicados en un entorno caracterizado por el envejecimiento y la despoblación”, ha afirmado el secretario general de JUCIL, Ernesto Vilariño.

En este marco, Vilariño ha avanzado que propondrán un estudio que contemple la reestructuración del despliegue territorial de la Guardia Civil a través de un modelo más eficiente, pensado en la idoneidad de contar con puestos en cada cabecera de comarca, con servicio las 24 horas al día y con más efectivos.

“Nos preocupa -ha añadido- que los guardias civiles que prestan servicios en el medio rural acaban considerando estos destinos un lugar de paso, hasta que obtienen plaza en capitales de provincia”.

A su juicio, no sólo hay que incentivar con una cuantía económica, sino también con el reconocimiento de su esfuerzo con una mayor puntuación o mediante condecoraciones por el servicio prestado y así retener más tiempo a los compañeros en la España vaciada” ha propuesto.