Entre 12 y 13 personas han participado este jueves en una fiesta para despedir a una compañera de trabajo en la Residencia Asistida de Mayores «El Cuartillo», de Cáceres, donde han perdido la vida 76 personas como consecuencia de la Covid-19.

La Asociación Damnificados Asistida de Cáceres ha vuelto a solicitar la dimisión de la directora del centro, de titularidad pública, y ha puesto en manos de un despacho de abogados lo sucedido para que estudie la posibilidad de iniciar acciones legales. Los familiares de los usuarios del centro aseguran que la celebración se llevó a cabo sin medidas de distanciamiento social y sin mascarillas con motivo de la despedida de una trabajadora que ha cambiado de empleo. La fiesta tuvo lugar en un espacio exterior de ámbito privado y fuera del horario de trabajo, según la Junta de Extremadura.

Sin embargo, los familiares damnificados sostienen que la celebración no tuvo lugar fuera de la verja exterior del centro, sino dentro de la residencia, en el espacio comprendido entre los aparcamientos interiores y la zona ajardinada, junto al porche de la vivienda de la directora. En la zona está permitido el acceso de una sola persona durante un período máximo de 15 minutos en horario de visita siempre que se realice de la verja del centro hacia afuera.

La asociación lamenta la «incoherencia» de los responsables del centro a la hora de interpretar el protocolo anti-covid, según el cual, está restringido el acceso de un solo familiar a un máximo de 45 minutos si la visita se produce en el interior del centro o en el jardín, mientras que los empleados pueden hacer «una fiesta guateque» dentro del recinto y no fiera de la verja exterior.

“Nos preguntamos si después de todos los fallecidos en este centro era necesaria esa fiesta”, se ha cuestionado la asociación, molesta por la participación de una docena de personas en una celebración de ambiente distendido en la que se estuvo comiendo y bebiendo. Javier Caso, secretario de la asociación, ha denunciado que algunos de los familiares que se encontraban de visita en el centro fueron testigos de lo sucedido y advirtieron a los participantes en la fiesta que estaban siendo fotografiados. La reacción de los empleados fue advertirles que se trataba de “una fiesta privada y que borraran las fotos.”

La asociación ha expresado su malestar por el hecho de que “se sigan tomando a broma las medidas determinadas por las autoridades sanitarias” después del elevado número de víctimas mortales que ha provocado la pandemia en este centro. La Asociación Damnificados Asistida Cáceres ha entregado las fotografías realizadas a sus abogados para que las aporten a la investigación ya abierta en los juzgados

Esta asociación se constituyó hace más de un año cuando perdieron la vida 76 personas del centro como consecuencia del coronavirus. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Cáceres mantiene abierta una investigación contra la directora de la residencia por un presunto delito de homicidio por imprudencia después de ser admitida a trámite una querella criminal presentada por 25 familiares de fallecidos de coronavirus en este geriátrico, el más afectado por la pandemia en la primera ola.