La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha lamentado el fallecimiento de un interno de 32 años del módulo número 2 de la prisión de Cáceres que se encontraba en cuarentena preventiva por el Covid-19, ya que había llegado de permiso hacia un par de días.

En este sentido, CSIF ha recordado que ya se han producido cuatro fallecimientos en estos primeros meses del año en el penal cacereño. El sindicato también ha lamentado que se hayan incautados drogas y móviles a los presos de la cárcel de Cáceres.

CSIF ha denunciado que la plantilla de la prisión cacereña es «exigua y envejecida, una situación agravada por la falta de interés de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias para completar la relación de puestos de trabajo (RPT)».

«Esta inacción por parte de los responsables penitenciarios está provocando que el tratamiento penitenciario hacia los internos esté fracasando estrepitosamente por la nefasta política de personal que lleva a cabo», ha añadido el sindicanto.

CSIF  considera «urgente que se cubran todas las vacantes que existen en el centro cacereño y que van desde las de educadores, vigilancia interior (imprescindibles para la observación de los internos y para mantener la seguridad del centro)». También ha criticado la carencia de médicos, cuya plantilla de actual de tres facultativos se va a reducir en cuatro meses a solo a uno.

 

Una situación que también es preocupante en lo que al trabajo de oficina se refiere que recae en un alto porcentaje en funcionarios en segunda actividad.