Agentes de la  Guardia Civil ha detenido a dos hombres, de 44 y 46 años de edad, vecinos de Miajadas, acusados de cometer un delito contra la salud pública, por cultivo o elaboración de drogas, y otro de defraudación de fluido eléctrico por mantener una conexión ilícita a la red de suministro eléctrico.

La operación desarrollada por la Guardia Civil ha permitido desmantelar  una producción intensiva de plantas de cannabis sativa que se hallaba oculta en el interior de una nave industrial en Miajadas. Tras el registro, los agentes intervinieron 616 plantas de marihuana y abundante material utilizado en la producción de la droga.

Los agentes pudieron constatar que la instalación se hallaba conectada de forma ilegal a la red de suministro eléctrico, confirmando así la presunta comisión de otro delito por defraudación de fluido eléctrico

En el interior de la nave fueron intervenidas, además de las 616 plantas, 40 transformadores de luz, 40 lámparas de sodio, de 600 watios, indicadas para favorecer el crecimiento de las plantas en cultivos de interior, filtros de carbono, y medidores digitales de temperatura y humedad.

También requisaron extractores, ventiladores y secadores; bombas de agua y numerosas garrafas con productos fitosanitarios y enriquecedores para el tratamiento y desarrollo de las plantas.

Finalmente, y tras la instrucción de las diligencias policiales correspondientes, los detenidos, junto con la droga y demás efectos intervenidos, han sido puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº 2 de Trujillo (Cáceres), encargado de conocer de la causa.

En cultivos ‘indoor’, como este desmantelado en la llamada “Operación Niled” llevada a cabo por la Guardia Civil de Miajadas (Cáceres), se suelen utilizar segundos inmuebles, acondicionados y ubicados fuera de los núcleos urbanos, que previamente han sido modificados en su interior.

Es habitual que se dividan en dos zonas: una para el cultivo y el crecimiento de las plantas y la otra para el secado de la marihuana. Además, se caracterizan por un consumo eléctrico excesivo debido a la potente instalación eléctrica que necesita toda la climatización que se requiere para un rápido crecimiento de las plantas.

Se instalan numerosos aparatos de aire acondicionado, humidificadores, ventiladores en el suelo, en techos y en paredes, e incluso filtros de carbono para tratar de evitar los fuertes olores que desprende este cultivo, según ha informado la Comandancia de Cáceres.