Ha sucedido esta misma semana en el programa First Dates de Cuatro: una joven profesora y bailarina, ha demostrado que la geografía no es lo suyo al situar a Toledo y Jaén en Extremadura. El programa de televisión, que trata de emparejar a jóvenes y mayores en citas a ciega con la presencia de las cámaras, reunió en esta ocasión a Noelia, de 22 años y natural de Madrid, y a José, un camarero de 26 años del municipio pacense de Navalvillar de Pela.

José fue al programa buscando a una mujer con la que compartir su vida y comenzar una relación seria y terminó convertido en profesor de Ciencias Sociales y explicándole a su compañera de plató dónde estaba Extremadura, aunque sin mucho éxito. Pese a superar 1,80 de estatura, Noelia, al ver a José dijo: “Le veo bajito, no me gusta. El tupé para arriba en plan viceverso no me convence”. Dijo que José es demasiado de pueblo, pero ella no sabía ni dónde está Toledo.

La chica se quedó parada nada más cruzar la puerta del programa y tuvo la sensación de que su cita no iba a llegar a buen puerto. José no le gustó a primera vista y durante toda la cena la joven intentó encontrar más punto de desunión entre ambos que de unión. De hecho, ella dejó claro que no quería una relación muy estable y él se vio obligado a decir: «Entonces, ¿a qué has venido, a pasar el rato? Pronto se dio cuenta de que no era la mujer que estaba buscando: “Es muy guapa, pero pensamos de forma diferente”, dijo de forma elegante.

Noelia no se cortó a la hora de decirle a José que le parecía bajito y a su entender muy de pueblo, pero al hablar un poquito de pueblos, la que terminó abochornada fue ella. José le dijo que debería conocer la zona de su pueblo porque Extremadura es muy bonita y ella advirtió que no era lo que más le gustaba en el mundo, pero dijo que Toledo era bonito. «¿Toledo? Toledo no está en Extremadura», le dijo José sorprendido. Pero ella estaba convencida de que sí y que Jaén también estaba cerquita de Badajoz.

A la chica le entraron los calores al ver que no tenía ni idea de la geografía española e intentó salvar los muebles como pudo: “Jaén está en Extremadura, y Extremadura está cerca de Andalucía y Andalucía está justo debajo de Madrid”. El camarero pacense, que demostró ser más culto que la bailarina y profesora madrileña, tuvo claro que no quería tener más citas con ella, pero estaba dispuesto a enseñarle geografía y su tierra, algo que ella rechazó de golpe: “Si quiero conocer Extremadura voy en autobús”.