Durante casi todo un año, las personas han estado solas en sus hogares y algunos, los que han tenido suerte, con sus familias. A raíz de toda esta coyuntura, las marcas han buscado aprovechar el vacío para su comunicación, por ello la solidaridad se presenta como un activo necesario para salir adelante ante la crisis del COVID. Incluso, el propio Burger King ha avanzado con el lema: “lo sabemos, tampoco pensamos que diríamos esto” y llamó a consumir en lugares que son su competencia como McDonald’s.

Como comenta una de las socias directoras de PROA, Lucía Casanueva, “la comunicación en la era post-COVID deberá estar guiada por la ejemplaridad”. Justamente es lo que ha hecho Burger King, y todo indica que ese es el camino que irán siguiendo las marcas, debido a la necesidad de cercanía ante la lejanía actual. De esta forma, las tendencias apuntan que la vía digital es la elegida, según un estudio de la empresa Gartner, la inversión en marketing aumentará y el 80% de la inversión se realizará a través de canales digitales.

Esto es un trabajo arduo y las empresas tendrán que buscar un apoyo en comunicación. Como afirma el director de comunicación de crisis de PROA, Yago de la Cierva, la comunicación realizada por un agente externo facilita el entendimiento del público. De ahí que las consultoras de comunicación se posicionen cada vez más como un apoyo para que, al estar fuera de la empresa, puedan convertir lo negativo en positivo.

En la búsqueda de cercanía, optimismo y que lo digital se presenta como la mejor opción, no solo las marcas han optado por este tipo de comunicación. Ha sido hasta el gobierno alemán, quienes lanzaron una campaña simulando el futuro en el que un “Anton Lehmann” recuerda los tiempos de COVID para animar y despertar a la población de cara a lo necesario de las medidas para volver a estar con nuestros seres queridos.

Con todo esto, se espera que las campañas sean aún más cercanas que otros años, hablando de tú a tú. No solo para invitar a comprar, sino con una llamada a la solidaridad.

Fuente original: Proa Comunicación