La localidad lusa de Guarda ha acogido la XXXI Cumbre Luso-Española en la que los dirigentes de ambos países han confirmado que se ejecutarán cinco conexiones estratégicas entre España y Portugal, dos de ellas vinculadas con Extremadura. A pesar de que Pedro Sánchez y el primer ministro luso, Antonio Costa, mostraron su compromiso con acabar la obra del AVE Madrid-Lisboa, pasando por Extremadura, no han dado fecha de finalización de los trabajos.

Uno de los proyectos abordados en la cumbre de Guarda es la futura autovía que unirá Castelo-Braco con la frontera lusa de Monfortinho y que a su vez debería conectar con Moraleja, tramo de la EX-A1 que aún está pendiente de ejecutar por parte de la Junta de Extremadura.

El alcalde de Moraleja, César Herrero, ha mostrado su satisfacción este sábado por el compromiso de ambos dirigentes con esta autovía que posicionará a este municipio cacereño en un lugar estratégico dentro de las conexiones por carretera en la Península Ibérica.

Otro de los proyectos es el puente internacional que unirá la población lusa de Nisa y la localidad cacereña de Cedillo, porque hasta ahora los vecinos sólo pueden acceder de forma rápida los fines de semana, que es cuando la compañía eléctrica propietaria del puente que une ambos lados, les permite el paso. Se trata de una demanda histórica que desde hace tiempo se está reclamando en la comarca de Sierra de San Pedro y en el Tajo Internacional.

En cuanto a la crisis sanitaria, ambos países han declinado la idea de cerrar las fronteras para evitar la expansión del coronavirus, una clausura que sí se produjo durante el estado de alarma.