El  Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima (PEIEC) permitirá que  la recaudación municipal aumente en 1.239 millones de euros y  se estima que en torno al 74 por ciento del impacto del plan recaiga en las zonas rurales.

La Junta asegura que esta medida permitirá alcanzar en 2030 una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en un 10,03 por ciento respecto a 2017, e incrementar un 9,8 por ciento la capacidad de absorción de los sumideros extremeños de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Así, lo ha anunciado la consejera de para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García, que ha presentado este plan con el que se prevé un significativo incremento de la presencia de energías renovables en el consumo de la energía que demanda la sociedad, con lo que se alcanzará el 40,6 por ciento de energía primaria renovable y del 35,7 por ciento de energía final renovable.

Se estima una reducción del consumo de energía en un 22 por ciento gracias a la mejora de la eficiencia energética y un 100 por 100 de contribución renovable a la generación energética. En la actualidad hay en Extremadura 606 instalaciones solares, que ocupan aproximadamente 3.600 hectáreas.

Esta medida de actuación de la Junta plantea 57 medidas contempla que en el ámbito de la generación energética en 2030, Extremadura tenga un incremento de 10.360 MW de generación renovable, de los cuales 8.000 MW fotovoltaicos, 1.500 MW termoeléctricos, 660 MW eólicos, 196 MW en combustión de biomasa y 4 MW en biogás, con un objetivo de almacenamiento de 800 MW.

En lo que se refiere a las demandas finales de energía, en el sector residencial se espera reducir las emisiones de gases del sector en un 23 por ciento, con medidas como la rehabilitación de 24.000 viviendas y un relevante despliegue del autoconsumo fotovoltaico.

En el sector terciario, el subsector público, que debe dar ejemplo, registrará una mejora significativa reduciendo su demanda de energía en un 17 por ciento y reduciendo un 12 por ciento sus emisiones. En el subsector privado se pretende limitar hasta el 10 por ciento el crecimiento de la demanda y hasta un 6 por ciento el incremento de las emisiones.

En el caso del transporte, la reducción de energía será de un 10 por ciento y también un descenso de un 10 por ciento de emisiones, que en parte se producirá gracias a la penetración de 30.000 vehículos eléctricos en la región.

En el sector primario, las medidas a aplicar adquieren una especial importancia, pues se estima una disminución de un 16 por ciento de la energía demandada y una caída del 17 por ciento en las emisiones. Un alto porcentaje de las emisiones de este sector no se deben a combustión, sino que son emisiones debidas al metano generado en la ganadería, unas emisiones que suponen el 29,6 por ciento del total regional y son muy difíciles de reducir.

El borrador del plan “aporta un gran abanico de externalidades positivas sobre la economía y el empleo como la movilización de inversiones, el ahorro de energía y una cesta energética en la que las energías renovables son las protagonistas, lo que posibilitará que el PIB aumente en 4.680 millones de euros”, según informó la consejera.

Esto supondrá la generación de más de 79.600 empleos y se estima una inyección de rentas de 1.848 millones de euros en los hogares extremeños.

“El PEIEC va a ayudar a que la recuperación llegue lo antes posible, pues ofrece un marco estable y previsible que estimula la inversión privada, con una movilización estimada en 17.240 millones de euros entre 2021 y 2030. El 93 por ciento de estas inversiones se realizarán por parte del sector privado y el resto por las distintas Administraciones públicas”, manifestó la consejera Olga García.