El empresario de Coria afectado por la deflagración que ha tenido lugar en su vivienda este domingo se “mantiene estable dentro de la gravedad de su estado” según han indicado fuentes del Hospital de Getafe, donde el afectado fue trasladado tras el suceso.
Desde este centro han indicado que cuenta con un 65% de superficie corporal quemada y que un 5% se corresponde con quemaduras profundas. Las zonas afectadas son la cabeza, los brazos, las manos, el tórax, nalgas y piernas y continúa intubado con ventilación mecánica.
Manuel Jerez Corchero, propietario de la vivienda, se encontraba en el lugar del suceso en el momento en el que se produjo la explosión y, a causa de esta, cuenta con quemaduras de tercer grado en más del 70% de su cuerpo, en tórax, rostro y extremidades.
Según ha indicado el primer edil, José Manuel García Ballestero, el empresario estaba solo en su casa en el momento en el que se produjo la explosión, que se originó en el garaje, ya que el resto de su familia reside en Galicia.
Jerez Corchero nació en Coria, pero residió gran parte de su vida en Galicia. El empresario decidió volver para poner en marcha su negocio, centrado en la elaboración de todo tipo de objetos en acero inoxidable. Según fuentes cercanas, en los últimos tiempos la firma atravesaba una mala situación, por lo que tenía pensado volver a Galicia cuanto antes.
El primer edil ha añadido que según declaraciones del afectado, el camión que detuvo la onda expansiva de la deflagración se encontraba en ese punto precisamente para transportar los muebles de la mudanza.
Si bien el vehículo estacionado permitió que los daños se redujeron, las viviendas colindantes y otros coches estacionados en la plaza se vieron afectados y siete familias se han visto obligadas a desalojar sus domicilios.
Ballestero ha asegurado que tras los estudios realizados se han descartado daños estructurales en los edificios afectados, aunque aún van a continuar comprobando que “es seguro para estas personas volver a sus viviendas ya que no permitiremos que vuelvan sin que se hayan descartado todos los riesgos”.
Las investigaciones aún no han esclarecido el por qué se produjo la deflagración y Ballestero ha añadido que “aún no se ha descartado ninguna hipótesis”.
En el lugar del suceso se encontraron diversos artefactos explosivos, como un obús de la Guerra Civil o una bombona de butano, a lo que se suman botellas de oxígeno, gas y productos químicos almacenados en el garaje por lo que, según Ballestero, “puede haber muchos elementos que detonaran”.
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