Los ganaderos cacereños afectados por el brote de la lengua azul han demandado a la consejería de Agricultura que también se subvencione la inoculación de las vacunas al ganado. Hace unos días la administración regional anunciaba que se destinarían 300.000 vacunas de manera gratuita para que los ganaderos vacunasen a sus ejemplares para evitar que la propagación llegue a otros lugares.

La zona del norte extremeño es muy propensa a la aparición de la enfermedad porque el mosquito trasmisor de la misma tiene una alta densidad, y si no se procede a luchar contra ella mediante la vacunación, el problema puede convertirse en endémico.

El presidente de la asociación de ganado vacuno de raza berrenda, Julio Sánchez-Ocaña, ha solicitado al Gobierno regional que se pueda ayudar a los ganaderos ya que la inoculación de cada vacuna a los animales supone un coste de 2 euros por cabeza de ganado.

La vacunación será obligatoria en las comarcas de Valencia de Alcántara, Coria y Plasencia; así como en los municipios de Garrovillas, Hinojal, Monroy, Santiago de Campo y Talaván, así como en los municipios de la comarca de Navalmoral de la Mata.

Además Sánchez-Ocaña lamentaba los efectos perjudiciales de las vacunas sobre los animales. En el caso concreto de la raza berrenda, que está en peligro de extinción, el responsable de la asociación de vacuno alertaba de los problemas que ocasiona a los sementales y el nacimiento de terneros con malformaciones que en ocasiones mueren a los pocos días.