El consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Extremadura, Antonio Fernández, ha anunciado que los proveedores de la Administración regional comenzarán a cobrar las facturas pendientes con certificación a partir de la segunda quincena de mayo, tras los acuerdos adoptados en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), reunido ayer en Madrid.

Según el Consejero, a 31 de diciembre de 2011 la Administración regional debía 445 millones de euros a sus proveedores. Los pagos se realizarán tras la entrega al Gobierno de la Nación de una relación detallada de las facturas pendientes, y posteriormente el Instituto de Crédito Oficial (ICO) suscribirá un crédito con entidades financieras, que harán efectiva la liquidación de las facturas. Este crédito se devolverá en un plazo de diez años, con dos de carencia.

Estos pagos supondrán una "inyección de dinero" de unos 37.000 millones de euros a las empresas de toda España, que mejorarán su liquidez, al igual que las Administraciones Públicas, y dinamizará de nuevo la actividad económica empresarial y productiva. Uno de los criterios prioritarios será el pago a los autónomos y a las pequeñas y medianas empresas, de forma que este dinero llegue más rápidamente al que más lo necesite.

Fernández ha indicado que en unos días se conocerá la previsión completa de ingresos para Extremadura, procedente del Gobierno, de la que dependerán los ajustes presupuestarios a adoptar, añadiendo que sería "una temeridad" avanzar cifras de recorte hasta no disponer de toda la documentación necesaria. Sí avanzó que lo primero para salir de la crisis es eliminar o reducir al máximo el déficit, que en las cuentas públicas tiene el mismo efecto que las pérdidas en una empresa privada, y asumió el compromiso anunciado en el CPFF de reducir este año el déficit del 4,59 al 1,5 por ciento, aunque sin avanzar aún una cifra del ajuste presupuestario necesario para lograrlo en espera de conocer lo presupuestado por el Estado para Extremadura.

El consejero subrayó que el Gobierno regional "se echa las manos a la cabeza" por las cifras que algunos han barajado, pidiendo "seriedad y rigor" en este tema, porque "si se habla de entre 100 y 300 millones de euros, yo podría decir entre cero y mil, y así, siempre acertaría".

Aunque no es una cuestión prioritaria, sobre una posible subida de impuestos, Fernández no descartó nada a largo plazo, debido a la gravedad de la crisis.