Una manada compacta y veloz formada por cuatro mansos y cuatro novillos ha protagonizado el tercer encierro de San Buenaventura 2011 que de manera limpia ha realizado el recorrido de 925 metros entre los corrales y la plaza. Los astados han tardado dos minutos en terminar el recorrido y han entrado por orden en los toriles, aunque instantes antes se vivió un momento de tensión cuando un novillo llevaba a un mozo empitonado, "encunado", y se libró por unos centímetros de una cornada.

En esos momentos de tensión el público se asustó y se escuchó el griterío del respetable, aunque afortunadamente el corredor pudo huir y resguardarse en la talanquera evitando la cornada que el novillo intentó propinarle en el gemelo de la pierna.

Los aficionados repartidos por los diferentes puntos del recorrido han podido disfrutar del ganado en las calles, porque a diferencia de los otros dos encierros matinales, hoy las reses corrían a una menor velocidad y se ha podido apreciar con más detalle a los mansos y los novillos.

El ganado de Joaquín Herrero protagonizó un desembarque tranquilo aunque un astado, el número 30 de nombre Rabioso, arremetió contra los mansos y sus hermanos de manada, pero se fue tranquilizando gracias a la intervención de los miembros de la organización que estuvieron regando al ganado. Los novillos llegaron a primera hora de la mañana, sobre las 10.30, desde la finca El Madroñal de Cilleros y el propio ganadero, Joaquín Herrero, y también su hermano Manolo, estuvieron participando en las tareas de desembarque. La novillada, muy igualada, está formada por Rabioso con el número 30, Operario, con el 33; Desarmado con el número 37 y Peluche con el número 45, todos ellos de pelaje negro.

Herrero recibió las felicitaciones de los presentes por la categoría y presencia de los novillos de encaste Murube puro. Toros de peso con el morro chato, anchos de sienes y cuernos proporcionados además de carifoscos. El propio ganadero se mostró satisfecho y orgullo por la acogida de los novillos cilleranos a su llegada a los corrales.

Uno de los rejoneadores que participará en el festejo de la tarde, Alfonso López Bayo (24 años, Guadalajara) visitó al ganado in situ y dijo que era "una novillada muy bonita". Además señalo que ya ha matado a otros astados de El Madroñal con buenas faenas por lo que pronosticó un buen espectáculo para la lidia de esta tarde. El rejoneador de 24 años lleva en activo desde los 16 y ha traído a Moraleja ocho caballos que participarán en la lidia.