Entre el 1 de enero y el 15 de octubre 523 incendios forestales se produjeron en Extremadura, un dato que supone un descenso del 51% respecto a la media del último decenio, que se sitúa en 1.070 incendios. Asimismo, en el presente año se quemaron 2.358 hectáreas, frente a las 14.780 hectáreas de media en dicho decenio, lo que significa una disminución del 84%.

Para el consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente, José Luis Navarro, estos datos son "muy buenos", sobre todo teniendo en cuenta los "grandes temores del inicio del verano" por el gran riesgo de incendios existente, debido a la "gran masa combustible del campo", consecuencia de una "pluviometría excepcional", y a las altas temperaturas, tanto diurnas como nocturnas, que se situaban por encima de la media.

En cuanto a las posibles causas que han beneficiado estos resultados, el titular de Medio Ambiente ha destacado el índice de humedad de la masa vegetal por encima de la media, los trabajos de prevención realizados durante el invierno, la mayor eficacia y profesionalidad del personal del Infoex y el apoyo recibido por parte de otras instituciones como la Guardia Civil, en concreto el Seprona, la Fiscalía, el cuerpo de bomberos y las mancomunidades, entre otras.

Estadística de incendios

Entre los 523 incendios forestales producidos en 2010 destacan tres que afectaron a más de 100 hectáreas, entre ellos el que tuvo lugar en Guijo de Galisteo y que calcinó 222 hectáreas.

En relación con las causas de los incendios, más de la mitad (281) fueron intencionados. Del resto, 142 fueron provocados por negligencias o accidentes, 44 por rayos y 56 por causas desconocidas. En esta materia, el responsable de la Consejería de Medio Ambiente ha señalado que, en el decenio 2000-2009, los fuegos intencionados ascendieron a 457.

Finalmente, el mes donde se produjeron más incendios fue agosto, seguido de julio y septiembre, y la hora más crítica, las cuatro de la tarde.