Cinco Institutos de Enseñanza Secundaria (IES) comenzarán a impartir, con carácter experimental, una tercera lengua extranjera el próximo curso, cuatro de ellos portugués y uno alemán, con lo que son ya 19 los centros de Secundaria que han incorporado un tercer idioma a su oferta educativa, 16 de ellos el portugués y tres el alemán.
Según publica hoy el Diario Oficial de Extremadura (DOE), los cuatro nuevos institutos que impartirán portugués son el IES ‘Santiago Apóstol', de Almendralejo; el ‘San José', de Villanueva de la Serena; el ‘Matías Ramón Martínez', de Burguillos del Cerro, y el ‘Francisco Vera', de Alconchel; mientras que el nuevo centro que impartirá alemán es el IES ‘Sierra de Montánchez', de Montánchez.
El proyecto de implantación de la tercera lengua en Secundaria puede tener diversos niveles de implantación referidos a unos objetivos, contenido y metodología y criterios de evaluación concretos. Los grupos establecidos para cada uno de los niveles pueden estar constituidos por alumnado de diferentes cursos o grupos-aula.
El nivel I va dirigido fundamentalmente al alumnado de los dos primeros cursos de la ESO sin conocimientos previos de la lengua extranjera que se va a impartir. El II, al alumnado de 3º y 4º de ESO que haya cursado el nivel I o con conocimientos previos del tercer idioma. Y el III, para alumnos de Bachillerato que hayan superado el nivel II o con nivel de idiomas adecuado.
La implantación de una tercera lengua en Secundaria tiene como objetivo principal ofrecer al alumnado la posibilidad de desarrollar su competencia lingüística en un tercer idioma, facilitando de esta manera la comunicación entre los ciudadanos y ciudadanas de Europa.
Al aprender varias lenguas extranjeras, el alumnado ejercita además los conocimientos lingüísticos ya adquiridos en otras lenguas, y se hace consciente de cuáles son los mecanismos que ha de utilizar para seguir aprendiendo en el futuro.
Este proyecto se enmarca en las directivas europeas de promoción del plurilingüísmo, que ponen como objetivo deseable que todos los ciudadanos europeos conozcan varios idiomas comunitarios.
