Dos ciudadanos de nacionalidad portuguesa fueron detenidos el domingo por la tarde en Torre de Miguel Sesmero tras el grave incidente que se produjo cuando un coche de la Guardia Civil atropelló sin consecuencias graves a una niña de 4 años de edad.

El accidente se produjo alrededor de las 4 de la tarde y provocó la airada reacción de alrededor de 20 familiares de la pequeña. Al parecer, los agentes que iban en el coche se bajaron rápidamente del vehículo para socorrer a la accidentada, pero tuvieron que recular ante las arremetidas de un grupo enfurecido de personas, tal y como informa El Diario Hoy.

Vecinos del pueblo explicaron que la niña pertenece a una familia portuguesa asentada en Torre de Miguel Sesmero desde hace tiempo. Al parecer, ese día habían llegado varios familiares más y se habían reunido para comer en un terreno situado a las afueras del pueblo en el que tienen varios caballos y mulas. Fue entonces cuando apareció el vehículo todoterreno de la Guardia Civil ocupado por tres agentes destinados en el puesto de Santa Marta de los Barros. Se encontraba aún dentro del casco urbano y no pudo esquivar a la pequeña, que fue golpeada.

Ambulancia

Rápidamente fue llamada una ambulancia para que atendiera a la niña, que no parecía presentar lesiones graves. Aún así, fue llevada en un primer momento al centro de salud y con posterioridad al Hospital Infanta Cristina de Badajoz, donde se descartó que hubiese sufrido fracturas. «Afortunadamente sólo presentaba rozaduras y erosiones en el brazo y la pierna», explicó una fuente próxima a la Guardia Civil.

Mientras la ambulancia llegaba, los tres agentes de la Guardia Civil que viajaban en el vehículo implicado comenzaron a ser increpados y agredidos por los familiares de la niña, por lo que tuvieron que refugiarse en el vehículo y pedir refuerzos. Alguno de ellos incluso sufrió lesiones de carácter leve.

Una vecina de Torre de Miguel Sesmero confirmó que los agresores se subieron al vehículo y comenzaron a patearlo hasta lograr que estallara la luna delantera. «El capó también estaba abollado», explicó esta mujer. Otros vecinos añadieron que algunos de los atacantes habían sacado navajas y que no dudaron en utilizarlas para rajar las ruedas del vehículo, aunque no lesionaron a los agentes.

En esos instantes se vivieron momentos de mucha tensión, pero la rápida llegada de cuatro o cinco patrullas de la Guardia Civil que estaban en la zona permitió calmar los ánimos y detener a dos hombres de entre 25 y 35 años que han sido acusados de un presunto delito de atentado contra agentes de la autoridad y otro de daños. Ambos fueron llevados ayer al Juzgado de Olivenza.

El alcalde de Torre de Miguel Sesmero, José Navarrete Caleta, lamentó ayer el suceso y pidió tranquilidad. «Ha sido un hecho aislado», afirmó antes de aclarar que este tipo de reacciones airadas no son convenientes. «Por lo que tengo entendido, los agentes actuaron correctamente y no tuvieron que emplear sus armas».