El polígono industrial de Las Capellanías, en Cáceres, es el lugar elegido por la Junta para desarrollar el Proyecto Edea, que estudia la eficiencia energética en la arquitectura. El siguiente paso de este programa es llevar a la práctica lo que hasta ahoro se ha visto en la teoría. Para ello se van a construir dos vivienda, una convencional y otra experimental, en una parcela que la Consejería de Fomento tiene en el citado polígono cacereño. En la vivienda experimental se van a incorporar avances tecnológicos tendentes al ahorro de energía.

Este proyecto, explica el director general de Arquitectura y Programas Especiales de la Consejería de Fomento, José Timón, tiene como objetivo desarrollar una metodología de diseño y edificación de viviendas bajo criterios sostenibles y empleando energías renovables para lograr un mejor comportamiento energético y acústico.

Ya ha finalizado la fase cero, explica Timón en declaraciones recogidas por Efe, que es la elaboración del proyecto Edea, que cuenta con un presupuesto de 2,38 millones de euros, de los que el 49% lo aporta la UE, ya que se encuentra enmarcado dentro del programa LIFE, que es el único de Extremadura, y el tercero, por su cuantía económica, de los 7 que han sido aprobados para España. La fase 1 que comienza ahora consistirá en la construcción de dos viviendas en una parcela propiedad de la Consejería de Fomento en el polígono industrial Las Capellanías en Cáceres, que contarán con la misma orientación y con el mismo sistema estructural.

La primera de ellas estará construida con similares características a las viviendas protegidas que fomenta la Junta, y se denominará "vivienda patrón". En la segunda se probarán las distintas estrategias de sostenibilidad, eficiencia energética y energías renovables, y será la "experimental" o "demostrador". La relación de comportamiento entre ambas permitirá obtener datos comparativos de los sistemas pasivos y activos probados a tiempo real, con lo que estos demostradores-viviendas serán un laboratorio de arquitectura experimental in situ.

Se trata, según Timón, de añadir elementos que puedan ayudar a ahorrar energía, que no encarezcan la construcción de las viviendas ni el mantenimiento de las mismas. Se espera que las dos viviendas estén finalizadas este año para que el próximo ya puedan comenzar las fases 2 y 3, dedicadas a la investigación y a la comparación de ambas.

La investigación debe durar al menos un año porque se trata de comparar el gasto o el ahorro energético de ambas viviendas a lo largo de las cuatro estaciones, algo muy importante en una región como la extremeña, donde el clima es muy cambiante a lo largo del año.

El proyecto Edea, en el que trabaja la Junta con la colaboración del Intromac, la Escuela Politécnica de Madrid y algunas empresas de ingeniería, se ha presentado hoy a otras empresas y técnicos especialistas en esta materia "por si están investigando con materiales u otros aspectos que puedan ser incorporados a la vivienda experimental", señala Timón.