Los trabajos de erradicación en las 1.215 hectáreas afectadas por la enfermedad del gusano del pino en la Sierra de Gata van a costarle a la Junta 2.478.000 euros. La operación consistirá en talar los árboles afectados y regenerar la zona, según explica la directora general de Explotaciones Agrarias y Calidad Alimentaria, María Curiel.

Los trabajos de erradicación serán desarrollados por la Administración regional y conllevan la tala de árboles, el tratamiento de tocones y la regeneración pendiente, así como la muestra de árboles talados y la prospección adicional de plantas sensibles situadas en una franja de 100 metros, informa El Periódico Extremadura.

Los propietarios de los pinares afectados no tienen que costear nada, aunque existe la posibilidad de que sean ellos mismos quienes efectúen los trabajos con la posterior compensación económica por parte de la Junta, asegura Curiel.

Las labores realizadas desde el pasado 24 de noviembre han analizado ya 350 muestras de varios ejemplares de pinos que han sufrido daños por el gusano.  Así mismo, los viveros forestales, las serrerías y las fábricas de palets se están registrando e inspeccionando con toma de muestras para evitar la circulación de madera afectada y que el material se adecúe a la normativa. Del mismo modo, explica Curiel, se están llevando a cabo controles en las industrias que traen madera de Portugal y se ha realizado toma de muestras en 33 industrias extremeñas, además de controles aleatorios del transporte de madera con ayuda de la Guardia Civil.

La directora general señala que a partir del 20 de marzo se iniciará un programa de trampeo para la captura masiva del vector que transmite la enfermedad. Además, se seguirá con la localización de árboles con sintomatología gracias a los sistemas de GPS que tres equipos realizarán en más de 25.000 hectáreas de la zona afectada hasta el 28 de febrero del 2010, donde marcarán los pinos dañados para la posterior toma de muestras.

La madera talada, explica Curiel en respuesta a una pregunta del PP, se destruirá hasta convertirse en astillas inferiores a 2 centímetros sin riesgo de transmitir la infección.

Por último, María Curiel asegura que se está trabajando en el desarrollo normativo para conseguir las indemnizaciones por la plantación y la madera destruida, suma que está en torno a 1.200.000 euros.