Los tres detenidos en junio del año pasado cuando presuntamente transportaban cuatro kilos de hachís para su distribución en la ciudad, se desvincularon ayer del alijo al declarar ante el juez que ignoraban que el coche en el que viajaban dos de ellos llevara oculta la droga.

Los procesados, un argelino y dos marroquís, se enfrentan a una pena de 4 años y medio de prisión cada uno así como una multa de unos 40.000 euros, dado el volumen de la droga intervenida. Los abogados de la defensa pidieron en cambio la absolución alegando que no se había demostrado la relación entre los imputados y la droga y evidenciando algunos defectos en la intervención policial y en el procedimiento judicial. El juicio, que se celebró en el Juzgado de lo Penal, quedó visto para sentencia.

La detención se practicó a la entrada de la ciudad por el barrio de San Blas, en lo que se denominó como operación Blanca II . Uno de los imputados, M. K., estaba sometido a vigilancia policial al encontrarse en libertad provisional por su presunta implicación en una operación anterior (Blanca I ) en la que se incautaron otros 5 kilos de hachís. Este viajaba en un coche que, supuestamente, hacía de lanzadera (va por delante para detectar la presencia policial en la ruta) del que transportaba la droga, donde viajaban los otro dos. Habían salido de Torrejón de Ardoz. Al juntarse en la ciudad, fueron interceptados. Los tres están en prisión preventiva.