El palacio de congresos y exposiciones comarcal que construirá la Consejería de Cultura en Villanueva de la Serena costará más de 15 millones de euros. La consejera titular, Leonor Flores, visitó ayer la localidad y anunció que el edificio será una realidad en el año 2012. La contratación de la obra se hará en el segundo semestre del año, con una primera anualidad que ascenderá a 1,7 millones. Se ubicará al este, en la carretera de Campanario.

El palacio de congresos, que se llamará Vegas Altas, será gestionado por la empresa pública Gebidexsa-Toruextremadura, dependiente de dicha consejería. Es la misma que gestiona los otros dos edificios que la Junta posee en Mérida y Badajoz. No obstante, Flores indicó que una vez se construyan los otros tres restantes, en Cáceres, Plasencia y Valle del Jerte, se estudiará otra posible forma de gestión.

La consejera también señaló que el edificio será un icono en la ciudad, que permitirá impulsar el turismo de calidad y de los negocios. Recordó que la actividad alrededor de la celebración de congresos incrementa el turismo un 1,7% y en un 1,5% las pernoctaciones.

Por su parte, el alcalde Miguel Angel Gallardo consideró que la construcción de este edificio en la localidad es una recompensa "al trabajo intenso en material cultural como formación y desarrollo del ser humano que realizamos en Villanueva".

El proyecto fue presentado ayer por los arquitectos autores, Luis Guillermo Pancorbo y José de Villar. Serán 6.000 metros cuadrados construidos en los que destaca el edificio, que sus autores definen como "una bala gigantesca de heno, flotante en el campo" con la que han querido definir su condición de edificio perteneciente a la vega.

Tendrá dos volúmenes; el primero semienterrado que albergará dos salas con 900 y 300 butacas, respectivamente. A este se accederá "mediante una grieta en el campo de trigo", que será una gran explanada peatonal a modo de patio semi-enterrado y abierto a una plaza en rampa. El segundo volumen se eleva sobre el terreno como un cuadrado perfecto con cuatro plantas que acogerá otros servicios.

La estructura se asemejará a un campanario y recordará al mismo tiempo el característico nido de cigüeña, gracias a su entramado exterior que filtrará una luz amarilla que asemejará al trigo. Una obra inspirada, según los arquitectos, en el campo de trigo con cuervos que pintó Vicent Van Gogh antes de suicidarse.

Además, se aprovechará la inercia térmica de la tierra y sus materiales permitirán reducir el consumo de calefacción y aire acondicionado.