Solo en un tramo de 100 metros del paseo de Cánovas contó ayer este periódico más de 650 baldosas rotas. El resto de la céntrica avenida cacereña presenta el mismo estado deplorable. El recuento fue realizado en uno de los tramos laterales de la vía, concretamente el que comienza en la estatua de Gabriel y Galán, y concluye en el Kiosco de la Música.

La situación del pavimento del emblemático paseo cacereño está provocando el malestar de los viandantes, sobre todo de los mayores, que aseguran sufrir tropiezos y caídas frecuentemente como consecuencia de las irregularidades del enlosado. Según señaló un vecino a EL PERIODICO, "este paseo suele ser un orgullo para los cacereños y las personas mayores se caen constantemente". Igualmente algunas madres encuestadas consideraron que, aunque el mantenimiento de Cánovas en general es correcto, las baldosas "suponen un peligro para los niños pequeños, de los que hay que estar muy pendiente en todo momento".

Aunque desde el pasado 28 de julio el ayuntamiento está llevando a cabo obras en la zona, los encuestados consideran que las actuaciones se ralentizan y piden al gobierno municipal que les dé prioridad. El concejal de Obras, Miguel López, ya avanzó en el mes de junio que esta actuación era prioritaria. El edil explicó que se actuaría en la zona con un "proyecto integral". Sin embargo, algunos de los encuestados también quisieron recalcar que los trabajos que se han llevado a cabo tradicionalmente en el paseo han sido "como parches de mala calidad que no duran".

La intervención proyectada afectará al subsuelo, la pavimentación y el mobiliario urbano de la zona. El presupuesto supera el millón de euros distribuido en tres anualidades: 300.000 euros en 2008, 300.000 en 2009 y 600.000 más en el 2010.

CONSERVACION El problema de las baldosas desprendidas no es nuevo en Cánovas. Varias causas explican el frecuente y rápido deterioro de las mismas, entre ellas el crecimiento de las raíces de los árboles, el tránsito de vehículos en la calzada lateral y el acceso de algunos camiones al propio paseo –muchos de los vehículos que cargan los expositores de las ferias que se instalan en el paseo se acceden a descargar a la avenida peatonal–.

Para muchos de los viandantes con los que ha hablado este diario, la conservación del paseo de Cánovas es esencial, dada la importancia histórica de la vía. Este espacio público es el lugar de encuentro más importante en la ciudad, en la que cada día se citan cientos de cacereños. Su construcción, en 1910, fue planteada y desarrollada por Luis de Armiñán, el que fuera director general de Obras Públicas del gobierno municipal, y dio respuesta a la necesidad de conectar el centro urbano y la estación de ferrocarril, entonces situada en Los Fratres.