Iberdrola desconoce cuánto tiempo se tardará en que el trasvase del Almonte al Guadiloba vuelva a estar operativo. La necesidad de utilizar el agua del Almonte para que la compañía eléctrica pueda producir energía en el embalse de Alcántara con destino a sus clientes ha provocado que los niveles desciendan y haga inoperativas las bombas del trasvase.

Esta situación, que se repitió ayer por sexto día consecutivo, no pone en peligro el abastecimiento de agua a la capital cacereña y otros municipios de su entorno, aunque obliga a utilizar las reservas del Guadiloba, que ayer se mantenía al 52% de su capacidad total, según informaron fuentes de Canal de Isabel II, empresa concesionaria del abastecimiento y suministro a la ciudad. Esto significa que, si no lloviera, habría agua para unos 10 meses, aunque con la salvedad de que, a partir del sexto mes, obligaría a tratarla con mayor detalle para garantizar al 100% su potabilidad.

Aunque Iberdrola prefirió ayer no valorar la carta enviada por el Ayuntamiento de Cáceres en la que le pide explicaciones acerca de sus previsiones de producción de energía para determinar cuándo se podrá reanudar el trasvase, fuentes de su gabinete de comunicación precisaron que, a mediodía de ayer, aún no se tenía conocimiento de que la misiva firmada por la alcaldesa Carmen Heras hubiese llegado a la dirección de la compañía en Madrid. "No tenemos constancia de esa presunta carta", indicaron.

Pero lo verdaderamente destacable fueron las explicaciones de Iberdrola acerca de los motivos que han provocado la paralización del trasvase. La compañía precisó que la Confederación Hidrográfica del Tajo, organismo competente del agua del Ministerio de Medio Ambiente, "les marca unos máximos y unos mínimos" en la utilización de los recursos del río y "aún no hemos alcanzado ese mínimo", aseguraron. De esta forma, indicaron que la reanudación del trasvase dependerá de dos factores: de si hay lluvias y de las necesidades eléctricas de Iberdrola.

La respuesta de la empresa, de la que tuvo conocimiento a través de este diario el concejal de Infraestructuras, Miguel López, no gustó al gobierno municipal. Al menos así se deduce de la valoración de López a las explicaciones ofrecidas por Iberdrola: "Me parece poco creíble que una empresa de esa envergadura no tenga hechas unas previsiones de lo que va a producir en energía", subrayó el edil, que mostró su "sorpresa" por que la compañía no hubiera recibido ayer aún la carta enviada por el ayuntamiento cacereño pidiéndole explicaciones.

A pesar de ello, López señaló que esperará a que Iberdrola responda "oficialmente" al gobierno local antes de tomar cualquier decisión. Sin embargo, dejó claro que el ayuntamiento tiene garantizado el abastecimiento por un año y que adoptará medidas en caso de que continúe sin llover y de que Iberdrola siga utilizando el agua del Almonte para producir energía.

GARANTIA TOTAL Asimismo, el concejal indicó que, "si en dos semanas empieza a llover, podríamos estar en condiciones de reanudar el trasvase" ante las previsiones negativas que maneja el ayuntamiento de que no habrá lluvia antes de diez días. López insistió en que "está fuera de toda duda" que el abastecimiento se mantendrá aunque "la climatología sea adversa".

En este sentido, recordó que cualquier iniciativa que se plantee en el futuro sobre este asunto será expuesta para su debate en el seno del comité técnico del agua, formado por responsables de diferentes organismos y que ha sustituido al anterior comité técnico de la sequía.