El Servicio de Salud de la Comunidad de Madrid tendrá que incluir en su lista de espera para trasplantes de riñón a Fabio Asensio, el niño de 7 años de Ahigal con síndrome nefrótico al que la sanidad madrileña puso trabas para operar al considerar que la intervención no mejoraría su calidad de vida por la discapacidad cerebral que padece el menor. Ahora el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx), como hizo antes el Juzgado de lo Social de Plasencia, ha dictado sentencia y concluye que no hay motivos objetivos para negar esta intervención.

La sentencia, dictada el pasado 19 de junio, ya es firme y no cabe contra ella ningún tipo de recurso, ya que el Servicio Madrileño de Salud (Sermas) no ha presentado el recurso de casación en el plazo estipulado, explica la abogada de la familia, María José García. En el fallo, se da la razón a los padres, que habían interpuesto una demanda, primero ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid –que se declaró incompetente– y después ante el Juzgado de los Social de Plasencia, al considerar que esa decisión violaba el derecho fundamental de su hijo a la igualdad y la no discriminación.

Según la Justicia extremeña, no se han encontrado motivos objetivos para oponerse al trasplante de riñón y, además, la sanidad madrileña no ha probado lo contrario. De esta forma, el fallo estipula que el menor tendrá que ser sometido a una revisión en el Centro Hospitalario 12 de Octubre de Madrid –Extremadura carece de un servicio de nefrología infantil– para evaluar las posibilidades de practicar esta intervención y, si no hay causas médicas que lo impidan, después deberá ser incluido en la lista de espera de trasplantes renales del Hospital Universitario La Paz, centro de referencia para este tipo de operaciones.

Según la letrada de la familia, el proceso podría retrasarse aún unos meses. El Sermas todavía no se ha puesto en contacto con los progenitores de Fabio, ya que el Juzgado de lo Social tiene que redactar el auto y enviar la orden a las autoridades sanitarias madrileñas. Todo esto se puede demorar más de lo normal debido al periodo vacacional, que afecta tanto a los juzgados como a la Administración, explica, tal y como publica El Periódico Extremadura.

Con estas sentencias, la familia logra el respaldo de la Justicia y ve una puerta abierta a la resolución de un conflicto que dura ya cerca de tres años, desde el 2004. Entonces, en un primer informe, la sanidad pública de Madrid alegó como argumento para no autorizar el trasplante los riesgos que la operación tendría para el joven extremeño y las posibles complicaciones que podrían surgir por su discapacidad.

La respuesta no convenció a los padres, que a principios del 2006 iniciaron una carrera judicial tras ver como las autoridades sanitarias, en una segunda valoración, aseguraban que la intervención no estaba médicamente indicada porque "no mejoraría su rehabilitación, socialización y calidad de vida" y que el mejor tratamiento era la diálisis peritoneal, que actualmente le tiene conectado durante 13 horas diarias a una máquina que depura su sangre.