El sábado 28 de junio, el municipio extremeño de Calera de León volverá a convertirse en epicentro de ritmo, compromiso y comunidad con la celebración de la segunda edición del Caleofest Sound, un festival de música electrónica que aúna cultura, sostenibilidad y solidaridad.

Organizado por la Asociación Caleofest Sound, el evento tendrá lugar en el majestuoso Conventual Santiaguista, declarado Monumento Histórico Nacional, y destinará el 100% de los fondos recaudados a la Fundación CRIS contra el cáncer, apoyando específicamente a la Unidad de Terapia Infantil del Hospital La Paz de Madrid.

Tras el éxito rotundo de su primera edición, el festival regresa con el objetivo de superar cifras, pero sobre todo de reforzar un compromiso colectivo que ha movilizado a toda la comarca. Además del pueblo anfitrión, vecinos y asociaciones de Montemolín, Fuente de Cantos, Puebla del Maestre, Cabeza la Vaca, Almendralejo y Monesterio han sumado esfuerzos como voluntarios, patrocinadores y promotores.

Este año, Caleofest apuesta con fuerza por la sostenibilidad: se han confeccionado artesanalmente kits festivaleros y bolsas de tela con materiales reciclados, y los alumnos del colegio local han impulsado una fila 0 solidaria. En Monesterio, dos comercios han instalado huchas solidarias para quienes deseen colaborar incluso sin asistir al festival.

El evento abrirá sus puertas a las 13.00 horas, y hasta las 15.30 horas el acceso será libre y gratuito para disfrutar de una paella solidaria, pensada para que todo el mundo pueda participar, incluso aquellos menos afines al género electrónico. A partir de esa hora, el acceso será regulado mediante entrada.

El cartel artístico contará con DJ’s locales y talentos invitados de Madrid, Córdoba y Granada, reforzando el perfil del festival como plataforma para la música electrónica emergente con corazón social.

Caleofest Sound 2025 no es solo un festival de música, es una demostración viva de que el arte y la solidaridad pueden transformar un pequeño pueblo en un faro de esperanza y acción colectiva. En palabras de los organizadores: “Aquí no se viene solo a bailar, se viene a ayudar”.

Porque en Calera de León, la música suena más fuerte cuando vibra al ritmo de la empatía.