Con una mezcla de tradición, emoción y respeto al rito taurino, el toro de nombre Escarbón, un ejemplar del hierro de Sobral, protagonizó este martes una jornada memorable tanto en la plaza como en las calles del casco histórico de Coria.

La tarde comenzó puntual a las 20:00 horas con la suelta del astado en la plaza de Toros, previo encierro de por la mañana desde los corrales situados en la calle Mártires hasta el toril de la plaza de España, abarrotada de público expectante. Desde los primeros minutos se apreció la casta del animal, que salió con brío, marcando territorio. El público supo reconocer la bravura del toro, que obligó a los recortadores y aficionados a emplearse a fondo en vistosos quiebros y recortes.

Tras la lidia en la plaza, Escarbón fue conducido por las calles del casco antiguo, abarrotadas de aficionados, vecinos y personas venidas desde diferentes puntos del mundo. Según el Abanderado de las Fiestas, Martín Franco, “el animal tiene una muy buena presencia, ha gustado a todo el público asistente”, “en la plaza el toro ha sido muy bravo, se ha venido arriba y se ha hecho respetar, además de acudir a todos los recortes en todas las distancias, tanto cortas como largas, también ha rematado en barrotes y ha estado durante la media hora de la plaza sin parar”, ha dicho.

Durante el recorrido por las calles, Martín ha declarado que “al animal ha acusado un poco el cansancio, encontrando en la zona de la plaza de la Catedral un lugar de descanso aquerenciándose y propinando algún inesperado arreón, poniendo en peligro a los corredores cogiendo sin consecuencias a un hombre J.P.M.A, de 46 años de edad que fue arrollado por el astado, presentando erosiones múltiples y contusiones con pronóstico leve salvo complicaciones, según información del Jefe de los Servicios Médicos, Ricardo Iglesias.

La jornada concluyó con la muerte del toro en la zona de toriles de la plaza de toros, según confirmaron desde el consistorio de la ciudad.