El presidente de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, ha advertido este lunes de que la producción de arroz en la comunidad podría desaparecer "en muy corto plazo" si no se adoptan medidas urgentes por parte de las administraciones. La organización agraria denuncia la entrada masiva de arroz de terceros países a bajo coste, la desigualdad normativa en materia fitosanitaria y la falta de transparencia en el etiquetado como principales amenazas para el sector.

Extremadura es actualmente la segunda comunidad productora de arroz en España, solo por detrás de Andalucía. Para esta campaña de 2025, se estima una superficie cercana a las 20.000 hectáreas, el 76 % de ellas situadas en la provincia de Badajoz y el resto en Cáceres. Pese al ligero aumento respecto al año pasado, desde Asaja aseguran que el escenario es insostenible.

García Blanco ha denunciado que la política arancelaria de la Unión Europea, basada en el principio de “Todo menos armas”, permite la entrada sin restricciones de arroz procedente del sudeste asiático, donde las condiciones de producción son mucho más favorables —incluyendo la posibilidad de cosechar dos veces al año—. Según datos del propio sector, de los 174 millones de kilos de arroz consumidos en España, más de 70 millones ya provienen del exterior.

A ello se suma la fuerte caída de los precios. Mientras el año pasado los agricultores recibían más de 520 euros por tonelada, en la actualidad se está pagando en puerto por arroz pelado (arroz "cardo") unos 360 euros, frente a un coste de producción estimado en 484 euros. Asaja ha trasladado esta información al ministro de Agricultura, Luis Planas, reclamando un arancel mínimo de 200 euros por tonelada a las importaciones.

En cuanto al uso de productos fitosanitarios, la organización agraria ha criticado la "doble vara de medir" de la UE, que impone normativas estrictas a los agricultores europeos pero permite la entrada de productos extranjeros que no se someten a los mismos controles. Asaja solicitará a la Junta de Extremadura que realice inspecciones en almacenes del polígono industrial de Don Benito, donde sospechan que se están distribuyendo productos no ajustados a la normativa europea.

Por último, García Blanco ha cargado contra la falta de transparencia en el etiquetado del arroz que se comercializa en España, especialmente a través de marcas blancas. Asaja pedirá a grandes cadenas como Mercadona, Carrefour, Alcampo, DIA, Lidl y Aldi que informen sobre el origen del arroz que venden, y trasladará esta información a los consumidores para evitar lo que considera un "engaño".

La organización agraria concluye su denuncia advirtiendo del impacto social y económico que podría derivarse de la pérdida de este cultivo estratégico: “Si no se actúa, muchos extremeños se verán forzados a abandonar el campo, arrastrados por la pasividad de los gobiernos y la presión de los intereses internacionales”.