Antonio Orozco ya forma parte del Paseo de la Música de Mérida, una ciudad que tiene “el mejor escenario del mundo”. Visiblemente emocionado tras arrancar su nueva gira en el Stone&Music Festival, en la capital extremeña, compartió con los asistentes unas palabras llenas de gratitud y admiración por la ciudad y por la acogida del público extremeño.

“Cuando uno viene a Mérida lo hace sabiendo que algo bueno está a punto de pasar. Sabe que vienen buenos tiempos”, apuntó. Se refirió al primer concierto, que marcó el inicio de su nueva gira, un reto que, según dijo, afronta con ilusión y con el compromiso de superarse cada noche.

El artista también reconoció la singularidad del Teatro Romano de Mérida. “Todos sabemos lo que significa estar aquí, en este escenario. No es un evento más, es algo especial. No es el escenario más bonito del país, es el más bonito del mundo”.

El vinilo de Antonio Orozco es el segundo que se descubre en la esta edición del Stone&Music Festival, tras el de Ana Belén. ‘Via Musicorum’ es una iniciativa impulsada por el festival y el Ayuntamiento de Mérida. Entre los artistas que tienen un vinilo en este espacio singular destacan Raphael, Andrea Bocelli, José Luis Perales, Robe, Miguel Ríos, Joan Manuel Serrat, Deep Purple, Ludovico Einaudi, Manolo García, Europe, El Barrio, Isabel Pantoja, Amaral, The Black Crowes y Status Quo.

La pieza en cuestión está diseñada y realizada por el taller artesano local Terracota Mérida, que en cada placa plasman un disco de vinilo representando las teselas de un mosaico romano, con una placa circular de bronce en el centro donde aparece la firma de los componentes de la banda junto a la fecha de su concierto en el Stone.

Pocas horas después, con un nuevo lleno absoluto, Antonio Orozco cerró su doble cita con Mérida dentro del Stone&Music Festival de manera impecable. El artista volvió a emocionar a un público totalmente entregado con un repertorio que combinó sus grandes éxitos con temas de su nuevo trabajo, en un concierto cargado de fuerza, cercanía y pasión, en el que presentó al público “La gira de mi vida”.

“Mérida, aquí de nuevo, segunda noche para dejarnos el alma”, gritaba el artista, cuya presencia acaparaba toda la atención sobre el escenario. Vestido de negro, con prendas oversize y brillos dorados en las mangas, acompañado por una impecable banda, Orozco llenó de magia el bimilenario Teatro Romano, que vibró una vez más con canciones como “Pedacitos de ti”, “El viaje” o “Entre sobras y sobras me faltas”.

En este segundo espectáculo, el artista también quiso acercarse al público. Bajó del escenario para encontrarse con sus seguidores, como si descendiera de lo celestial a lo terrenal, creando un halo de magia entre el cantante y la emoción de los asistentes.

La conexión con el público fue total en ambas noches, dejando claro por qué Antonio Orozco es uno de los artistas más queridos del panorama nacional. Dos conciertos en Mérida, dos llenos absolutos para iniciar la gira, y una única sensación: emoción a flor de piel en un lugar único.