El origen de esta situación se encuentra, por un lado, en las lluvias que impidieron el desarrollo normal de la campaña y, por otro, en la actitud de las industrias transformadoras, que impusieron precios muy bajos en las contrataciones iniciales.
Los nuevos criterios de valoración, denuncian, excluyen la cobertura por daños causados por hongos, una afección que se ha visto agravada por las fuertes lluvias recientes.