Mateos ha recordado a Antonio Luceño como "una de esas personas sin las que no se entendería el Cáceres de hoy, quien ha dejado su huella en muchos y muy diferentes rincones de la ciudad".
Con este tipo de actos se sigue demostrando que no se ha perdido aquella unión que nos sirvió, como sociedad, para vencer a ETA.
Cáceres tiene una riqueza patrimonial y cultural imponente, que le permite lucir con orgullo el título de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La iniciativa, impulsada por fieles católicos, busca reparar lo que consideran una blasfemia y reafirmar la importancia de la Eucaristía en la vida de los creyentes.