Es el nuevo punto negro del tráfico en la red de carreteras de la provincia. O tramo de concentración de accidentes. Como ha decidido llamarlos, con técnico eufemismo, la Administración. Y está a las puertas de Plasencia. En la carretera de la Vera.

Es la denominada Ex-203, originalmente de Plasencia a San Martín de Valdeiglesias (Madrid). Ahora, el kilómetro 2.800 pasa a ingresar en este siniestro club de la peligrosidad vial nacional.

Lo ha decidido la Comisión Regional de Seguridad Vial de Extremadura. La forman representantes de las jefaturas provinciales de Tráfico de Badajoz y de Cáceres, de la Delegación del Gobierno y de la Junta de Extremadura. Tal declaración se hace después de que en el tramo de unos 1.000 metros se hayan producido, al menos, tres accidentes con víctimas.

Medidas

Esta situación lleva a Tráfico a tomar medidas. Incluida la de reconocer el enclave cono punto negro. Por eso va a señalizarlo con un panel en el que figure la leyenda: 'Precaución: Tramo de Concentración de Accidentes'.

El aviso va acompañado del símbolo de un radar fijo. Será el que advierta del control de la velocidad de todos los vehículos para ayudar a cumplir la restrictiva limitación que se implantará. Será el segundo de estos dispositivos de control de velocidad en la EX-203, situados entre la ciudad y Torremenga. El otro está pasada la localidad de Tejeda de Tiétar

El radar es otra de las medidas, reflejadas en la nueva señalización vertical, que va a poner Tráfico para informar del punto negro.

Giro prohibido

Pero la reducción de la velocidad se va a sumar también la prohibición de girar a la izquierda. Este veto, sin embargo, apuntan residentes en al zona, puede implicarles problemas para acceder a explotaciones de olivar y viñas y viviendas. De no reformarse la calzada, mediante ampliación con un tercer carril con stop en el centro o perimetral, o construirse una rotonda, los usuarios deberán desplazarse varios kilómetros para dar la vuelta, cambiar de dirección y acceder a sus propiedades.

Si no, en el caso de viajarse dirección a Jaraíz, la vuelta podría darse aprovechando el cruce del cordel con la EX-203, en mitad de la larga recta de la finca 'Cuadrilleros'. Una maniobra que tampoco va a estar exenta de peligrosidad, vista la velocidad a la que la cruzan muchos turismos.

En el caso de circular sentido Plasencia, para evitar el giro a la izquierda será preciso desplazarse hasta alguna otra entrada a la Sierra en la que puede ahora girarse (caso de la de la salida del camino de Valdeolivos) o si no se quiere arriesgar, llegar hasta la rotonda de entrada a la ciudad. Todo ello si se desea evitar una infracción y su correspondiente sanción.

Alto peligroso

Estas medidas serán tomadas por Tráfico para evitar nuevos accidentes y dotar de mayor seguridad al tramo. Éste coincide con la coronación y posterior bajada del alto de la Sierra. Solo en pleno cambio de rasante hay ahora, a ambos márgenes de la vía, cuatro salidas de callejas de acceso a fincas o directamente de caminos a propiedades particulares que dan a la carretera.

Si se baja unos metros más hacia la ciudad, el numero de accesos en el alto alcanza los siete, incluida la salida/entrada de la antigua carretera, que da servicio a múltiples viviendas, a una granja avícola, lleva a los repetidores del alto de Santa Bárbara y al centro de Proyecto Hombre Extremadura.

Amén de las numerosas entradas y salidas más que hay hasta el camino de las Viñas, una poblada zona cuajada de viviendas, ya en término de Malpartida. O desde el alto de la Sierra hasta la rotonda del puente de Adolfo Suárez.

En estos casi tres kilómetros aparecen unas 34 entradas y salidas de caminos por los dos lados de la carretera que conducen a cientos de viviendas de la zona de Santa Bárbara, Los Majuelos, la Tinaquera o las ya citadas Viñas. Muchas de ellas habitadas de continuo todo el año.

Bien vista

La medida es bien vista por el concejal de Tráfico, Francisco Martín, pese a que este no sea ámbito de su competencia. «Todo lo que mejore la seguridad vial en la ciudad o en su entorno es bienvenido», dice. Considera que los accesos desde las fincas de la Sierra a la EX-203 son un reflejo del estado urbanístico en que está esta zona y reconoce la peligrosidad potencial que suponen, a la vista de los accidentes que han tenido lugar.

«Lo ideal sería poder ordenar los accesos por un par de sitios», agrega el edil que aplaude la limitación de velocidad y las medidas de control y prohibición. Sin embargo, para opinar más en detalle, prefiere esperar a conocer sobre el plano la propuesta.

Entre los residentes en la Sierra se reconoce la peligrosidad de algunas de las salidas a la Ex-203. Especialmente, de las antiguas callejas convertidas en accesos a decenas de viviendas, algunas de las cuales desembocan en puntos de escasa visibilidad. «Aquí no solo sale y entra la gente los fines de semana porque hay mucha que vive de quieto y si no, el que más y el que menos viene a diario a dar una vuelta, como yo», dice José Luis, que lleva más de 15 años.

«Es criminal»

Rafael reconoce que la salida en el alto «es criminal y destaca la peligrosidad del camino de las Viñas. Admite los cambios «y todo lo que sea, si es para bien». Lo mismo que Proyecto, con una pequeña propiedad desde hace años en la Sierra. «Ya reformaron la entrada a las Carmelitas porque hubo accidentes», recuerda. Y acepta las limitaciones que se anuncian si con ellas se va a ganar en seguridad.