Trabajar en una residencia de ancianos en un empleo de alto riesgo en plena pandemia del Covid-19. Cientos de trabajadores se han contagiado en ellas por falta de material necesario para desarrollar su labor diaria.

Una vez que la clase política se ha concienciado de la falta de material que había en numerosos centros sociosanitarios de España y que ha provocado la expansión del virus como la pólvora. Casos como los de las dos residencias de Valencia de Alcántara, la de Arroyo de La Luz, la El Romeral de Talayuela, la municipal de Coria, la residencia de Santiago de Alcántara y otras muchas más luz a la necesidad de contar con material para trabajar sin más riesgos. 

Las tres residencias de Moraleja, donde no se ha detectado oficialmente ningún caso de Covid-19, están recibiendo  material en los que no faltan los famosos EPIs, es decir, los equipos de protección individual. 

La Diputación de Cáceres está facilitando este material a los pueblos cacereños. En el caso concreto de Moraleja han recibido ya los EPIs, guantes, mascarillas, geles y monos de protección.

En dos de las residencias de la localidad, los trabajadores se han confinado con los mayores para minimizar los riesgos y se han divido en turnos de 15 días hasta que concluya esta situación del Estado de Alarma.

Empleados y usuarios están recibiendo numerosas muestras de cariño de vecinos de Moraleja que valoran el sacrificio que hacen y el tiempo que no están con sus familias para cuidar a los mayores y reducir la posible carga viral.