LUCÍA SEMEDO

 

Expertos de la Unidad de Gestión Clínica de Alergología del Hospital Regional de Málaha han indicado que la escasez de lluvia y los cambios en el clima, con periodos cálidos y fríos intercalados, vaticinan una primavera con bajos niveles de polen y, por tanto, alergias.

La jefa de esta sección, María José Torres, ha indicado que no se prevén grandes cantidades de polen, a no ser que se produzcan lluvias fuertes y constantes durante las próximas semanas.

Las alergias primaverales, que se traducen en problemas cutáneos, respiratorios y de visión entre los afectados, arrancan con la subida de las temperaturas en torno al mes de marzo. Según los expertos “es difícil determinar una fecha concreta para el periodo de alergias”.

Entre las plantas cuyo polen afecta de una forma más drástica a la población destacan las gramíneas y los olivos y su periodo de polinización aún no ha comenzado aunque, según ha indicado Torres, “"pueden volver a polinizar”.

Si bien es complejo emitir una predicción fiable, los expertos han indicado que estos cambios drásticos en la temperatura generarán una menor cantidad de polen que en años anteriores.