Tras más de un año y medio de negociaciones, la reforma de la Organización Común de Mercados (OCM) del vino llega a su recta final. Los ministros de Agricultura de los 27 países miembros de la Unión Europea (UE) se reúnen a partir de hoy en Bruselas para cerrar los cambios que experimentará un cultivo que en Extremadura alcanza las 100.000 hectáreas –solo por detrás del olivar– y mueve más de un millón y medio de jornales al año y un millar de empleos directos.

Así, en torno a 10.000 productores extremeños están pendientes de lo que ocurra en Bruselas, desde donde hasta ahora llegaban a la región unos 44 millones de euros anuales en ayudas, según estiman organizaciones como la Asociación de Empresas Vinícolas de Extremadura (Asevex) o UPA-UCE, informa El Periódico Extremadura.

El Consejo que comienza hoy podría durar hasta el miércoles y en el mismo se esperan intensas discusiones, puesto que pese a los avances logrados, aún quedan por consensuar muchos puntos relacionados con el reparto del dinero, el final de ciertas ayudas o la liberalización de las plantaciones. Inicialmente, la comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, planteó una serie de medidas consideradas bastante radicales, dirigidas fundamentalmente a paliar la sobreproducción que presenta la UE y sustituir las ayudas directas por fondos indirectos de desarrollo rural.