Las organizaciones profesionales agrarias COAG y UPA han mostrado su apoyo a la Huelga General del 29-S, convocada por CCOO y UGT, dando a conocer un manifiesto conjunto en el que hacen una defensa del modelo del Estado de Bienestar, para mantener el poder adquisitivo de las pensiones, al tiempo que muestran su oposición al retraso de la edad de la jubilación.

A través de un comunicado, reclaman la equiparación de servicios y prestaciones para el medio rural similares a las del medio urbano y muestran su posicionamiento a favor del mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones, de defensa del sistema público de seguridad social y de oposición a cualquier pérdida de derechos de los actuales y futuros pensionistas. En este sentido, recuerdan que "somos los agricultores y ganaderos el colectivo con pensiones más bajas de todo el Estado español".

Del mismo modo, se oponen al retraso de la edad de jubilación, ya que la actividad agrícola y ganadera no permite retrasar esta edad "porque el deterioro físico que provoca es tan importante que su retraso  atentará contra la seguridad de los trabajadores y contra su propia salud".

A su vez, las organizaciones profesionales agrarias también se oponen a medidas sobre el cálculo de las pensiones que "ignorando que el sector agrario hasta hace dos años tenía base de cotización fija, de cuantía mínima y sin posibilidad de ampliación, supongan reducir la pensión de jubilación de agricultores y ganaderos".

"Nuestra denuncia de las medidas de ajuste y recorte promovidas por el Gobierno del Estado, en el sentido de ceder a las presiones de los mercados y de las instituciones financieras para que la crisis la paguemos aquellos que no la hemos provocado, y que representan un retroceso en la recuperación del crecimiento. Defendemos la capacidad de los Estados para decidir en materia de política económica en general y en particular en materia agrícola", argumentan.

Al mismo tiempo, reivindican la negociación colectiva como un instrumento fundamental en la defensa de los intereses de los trabajadores. A este respecto, "exigimos al Gobierno que ponga en marcha la negociación colectiva en el sector agroalimentario".

"La única forma de garantizar unos precios justos para nuestros productos, y por tanto unas rentas dignas para los hombres y mujeres del campo es asegurar mediante negociación colectiva que no se venden nuestros productos por debajo de los costes de producción", aseveran.

Por otro lado, COAG y UPA destacan que el sector "sufre la desregulación de los mercados por el desmantelamiento de los instrumentos de regulación y gestión", cuya consecuencia es el cierre de explotaciones y la destrucción de empleo en el sector agrario. "Esta desregulación es equiparable a la que se pretende hacer en el mercado laboral, por lo que es imprescindible poner orden en el mercado de las materias primas y productos de alimentación".

A este respecto, subrayan que "la actual especulación beneficia a unos pocos capitales y empobrece a los agricultores y sociedad en general, con especial incidencia en los trabajadores y trabajadoras", apostillan.

Y es que consideran que la pérdida de renta del sector está motivada principalmente por la bajada de precios en origen. Actualmente, todas las ineficiencias de la cadena alimentaria, todos los desmanes de la gran distribución "son absorbidos por el sector productor". Además, "las luchas por las cuotas de mercado de la gran distribución, el incremento desmedido del poder de las marcas blancas, la mirada cortoplacista de alguna industria recaen en reducción de precios al productor; y en esta situación el Gobierno mira para otro lado".