Agentes de la Policía Nacional, adscritos a las Comisarías de Badajoz y Mérida, procedieron a la detención de un hombre por su presunta autoría de un total de 23 delitos de estafa, robo con violencia, falsedad documental y reclamación judicial.

La investigación comenzó en el mes de agosto, a raíz de varias denuncias en las que personas de avanzada edad manifestaban haber sido víctimas de estafa en su domicilio.

En todas ellas coincidía el modus operandi del engaño: se personaba en su domicilio un varón, con idéntica descripción física, que les manifestaba ser trabajador de alguna empresa eléctrica, de gas, del ayuntamiento o incluso de la Junta de Extremadura, y tras informarles de alguna oferta para mejorar su factura, revisar la instalación, o incluso el cambio del contador, les pedía el pago en metálico de dicha gestión.

En algunas ocasiones el pago podía llegar a ascender a 500 €, e incluso les dejaba certificados falsos de “instalación eléctrica de baja tensión” de la Junta de Extremadura. Cabe reseñar que uno de los hechos fue más agresivo, por lo que se le imputa también un delito de robo con violencia e intimidación para sustraer a su víctima el dinero que tenía en esos momentos.

Con los datos manifestados por las víctimas, y las descripciones físicas y de vestimenta aportadas, los agentes llevaron a cabo las gestiones tendentes a su identificación, localización y detención. Los investigadores concluyeron que esta persona, además de en Badajoz, actuaba de la misma forma en Mérida.

Finalmente, el pasado 13 de noviembre se procedió a la detención de un hombre de 35 años de edad, con antecedentes por hechos similares, al que se le imputan un total de 23 delitos de estafa, robo con violencia y falsedad documental. Además le constaba en vigor una reclamación judicial por hechos similares.

El detenido, tras la instrucción del pertinente atestado, fue puesto a disposición de la autoridad judicial.

Consejos desde la Policía Nacional

No abra la puerta de su casa o el portero automático a personas desconocidas. Si no tiene mirilla, instálela.

Desconfíe siempre de quien llame a su puerta ofreciéndole la venta de cualquier cosa o que diga representar a un organismo público o asociación humanitaria. El delincuente utilizará cualquier excusa para entrar en su casa.

Desconfíe de los servicios técnicos que no hayan sido solicitados por usted o por su familia.

Identifique a los empleados que, aún con su autorización, deban efectuar reparaciones o revisiones.

Cualquier distribuidor habilitado por la Consejería de Industria de la comunidad debe comunicar a los usuarios previamente la fecha de la inspección.

En cualquier caso, la primera medida de seguridad es no permitir el acceso al domicilio a personas que se presenten como inspectores si no ha habido una comunicación previa.

En la foto de archivo, la Policía Nacional.