La noche que nos despertó Santana
El 26 de diciembre de 1967 se disputó en Sidney (Australia) la LXVI edición del torneo masculino de tenis más importante de naciones. El sistema de competición de la Davis establecía entonces que el campeón defendía el título directamente en la final del año siguiente, la llamada “Challenge Round”, que se jugaba en su país. Santana lideró el equipo español de la Copa Davis durante dos Navidades en Australia, en 1965 y 1967. Formaban equipo con él: José Luis Arilla, Juan Manuel Couder y Joan Gisbert. En Australia, Roy Emerson y Newcombe pudieron con la escuadra española por 4-1. El tenis había nacido como deporte en España. El Generalísimo Franco ordenó hacer una pista en El Pardo porque quería verles jugar. Santana disputó un partido con Arilla ante él y todo su gobierno. Manolo Santana recibió la Gran Cruz de Isabel la Católica y Arilla, la de Caballero de la misma Orden.
En el verano de 1966 le habíamos visto jugar a primeros de julio en Wimbledon, estando en Madrid en casa de mi madrina Teófila López. Pude aguantar la siesta sin dormirme, esperando su victoria… Hasta el triunfo de Conchita Martínez en 1994, de Rafa Nadal en 2008 y Garbiñe Muguruza en 2017, Santana era el único jugador que había logrado ganar el torneo de Wimbledon sobre hierba.
Cuando Santana ganó a Emerson su primer y único set, los españoles emigrantes en Australia se echaron a la pista y lo levantaron a hombros. “Pisotearon una pista de hierba, y aquello constituía un sacrilegio para los australianos, algo peor que pegar a una vaca en la India”, confesaba Santana.
La televisión ya funcionaba en España desde octubre de 1956, pero no podían darse esos partidos en directo porque no había satélites. No importaba. Quizá muchos españoles pusimos aquella primera noche el despertador a las cuatro de la madrugada para oír la voz del maestro Matías Prats que nos saludaba: “Saludos de los equipos especiales de RNE desplazados a Sidney.” Le acompañaban el también locutor José Antonio Fernández Abajo, más conocido por su magníficas retransmisiones del Mundial de Fútbol de Argentina 1978; Jaime Bartrolí como capitán, el entrenador Kurt Nielsen y el doctor Mario Cabanes. El entonces delegado nacional de Educación Física y Deportes, Juan Antonio Samaranch (que en 2000 clausurare allí la XXXVII Olimpiada de la era moderna como presidente del Comité Olímpico Internacional) celebraron la Nochebuena en un restaurante de Sidney.
Quizá muchos españoles volvieron a dormirse, pero saboreamos al amanecer el triunfo de Santana y el orgullo de haberlo logrado en una pista de hierba, inexistente entonces en España, por el primer campeón español de tenis.
Vid.: Serras, Manuel: Recuerdos de dos intentos, en El País, de 23/07/2000.