El consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural de la Junta de Extremadura, Ignacio Higuero, se ha mostrado optimista con respecto al futuro del plan de regadío de Tierra de Barros y ha expresado su confianza en que una vez que las autoridades comunitarias den el visto bueno al proyecto podrán licitarse las obras.

Higuero se reunió en la noche del jueves con los regantes de la comarca después de su encuentro la jornada anterior con el comisario europeo de Agricultura en Bruselas y dijo que el Gobierno regional espera una respuesta positiva de Europa.

El presidente de la comunidad de regantes de Tierra de Barros, Isidro Hurtado, ha expresado su tranquilidad y satisfacción después de estos encuentros y, al igual que el consejero, confía en que el proyecto salga adelante.

«Con la voluntad que tiene todo el mundo, y pensando en que es un bien para la comarca y para Extremadura, si empujamos todos en la misma dirección lo vamos a sacar adelante, y hay que hacer comprender a los comisarios que este es un proyecto indispensable para que la comunidad autónoma y toda una región pueda vivir de la industria», dijo Hurtado, quién ha reconocido que ahora se encuentran «más tranquilos», satisfechos y contentos que antes de la reunión.  También ha reconocido que las explicaciones que les ha proporcionado el consejero «han sido oportunas» y que ahora es necesario esperar para recabar información.

A su llegada de Bruselas, el consejero Ignacio Higuero transmitió en su encuentro a los regantes la misma información que le hizo llegar al comisario de Agricultura, y es que este proyecto se considera fundamental para Extremadura y que no pretende paralizarse como indicara el expresidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.

«Es un proyecto en el que creemos, que fijará población, creará riqueza y es fundamental no solo para la comarca de Tierra de Barros, sino para toda Extremadura», dijo Higuero respecto a este proyecto, que tiene que salvar algunos obstáculos, como su inclusión en el tercer Plan Hidrológico Nacional de la Cuenca del Guadiana, algo que Bruselas considera de obligado cumplimiento y que no se hizo durante el mandato socialista. Además, las autoridades comunitarias han advertido que el proyecto, tal y como fue redactado por el anterior gobierno, no cumple la normativa de agua ni la de nitratos.

El proyecto lleva en dique seco más de una década y pretende la transformación en regadío de 12.000 hectáreas en la comarca, aunque la mayoría, unas 9.000 hectáreas, corresponden a Almendralejo.

En la imagen, un momento de la reunión del consejero Ignacio Higuero con los representantes de la Comunidad de Regantes de Tierra de Barros, en la noche del jueves en un hotel de Mérida.