La planta invasora Ludwigia peploides ha extendido su dominio sobre el embalse de Talaván, afectando no solo a los habitantes de Talaván, sino también a los de Hinojal y Santiago del Campo, en un tiempo récord. Mientras tanto, el helecho acuático Azolla, también conocido por formar colonias flotantes, ha regresado al río Tajo a su paso por la Reserva de la Biosfera.

Grupos ecologistas como Adenex, SEO/Birdlife y Amigos de Monfragüe han lanzado una advertencia sobre el avance imparable de estas especies exóticas, que amenaza con degradar irreversiblemente la calidad ambiental de las zonas naturales. El presidente de Amigos de Monfragüe, Francisco Castañares, ha denunciado la situación, alertando que la presencia de Azolla en las aguas del Tajo pone en peligro el santuario de Monfragüe.

Castañares ha destacado las condiciones climáticas favorables para la proliferación de estas plantas invasoras, señalando que la reproducción por esporas de Azolla puede provocar su resurgimiento en cualquier momento, incluso en embalses como el de Alcántara. Insta a una intervención urgente por parte de las autoridades para eliminar estas especies utilizando medios mecánicos, antes de que provoquen la eutrofización de las aguas, rompiendo el equilibrio ambiental.

Ante esta crisis ambiental, la comunidad espera una acción rápida y eficaz por parte de las autoridades competentes, antes de que sea demasiado tarde para preservar los valiosos ecosistemas de la región.

En la foto, zona de embarque del ‘Balcón del Tajo’.