La Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) suscribe al cien por cien las valoraciones de CEOE y CEPYME sobre la imposición de la reforma del subsidio por desempleo, apuntando que sorprende el hecho de que no se haya dado opción siquiera a que se aporte la visión empresarial sobre el modo en que esta imposición puede afectar a las relaciones laborales y al mercado de trabajo.

Según ha indicado Javier Peinado, Secretario General de la CREEX, una gran parte de los problemas actuales se podrían haber solucionado simplemente usando las herramientas tecnológicas para que las altas y bajas en la Seguridad Social tuviesen un efecto automático en la percepción o no de la prestación. Del mismo modo, se debería haber marcado que aceptar un empleo no suponga la pérdida de derechos adquiridos al subsidio o, en el mejor de los casos, la vuelta al inicio en todo el farragoso proceso burocrático de solicitud.

“La posibilidad de compatibilizar o no subsidio y contrato no es el problema a la hora de aceptar un empleo”, explica, para añadir: “lo que te transmiten los propios trabajadores en paro cuando rechazan un empleo que les ofreces es precisamente que la tramitación del subsidio es larga, a veces de dos meses, y que además si aceptan un trabajo, a lo mejor de unos pocos días, ya pierden el derecho a la prestación o deben volver a la casilla de salida”.

Peinado apunta que cuestiones como esta, “que son las que te explican los trabajadores exponiendo su propia situación personal y familiar” ni siquiera se abordan en la reforma impuesta por la Ministra Yolanda Díaz.

A su juicio, al no haber existido ni análisis ni estudio ni escucha de propuestas, se obvian dos cuestiones: que el punto principal es que el modelo permita a las personas mantener su poder adquisitivo e incentive al tiempo la búsqueda de un empleo “cosa que este modelo no garantiza”, y el impacto que tendrá para las arcas públicas “que restará inversión productiva, es decir, puede generar más desempleo a medio plazo”.