El ejecutivo de Guillermo Fernández Vara incumplió al menos dos normativas que se consideraban esenciales para el proyecto de ampliación de la superficie de regadío en la comarca de Tierra de Barros, según un escrito remitido hace unos días por las autoridades comunitarias a la Junta de Extremadura.

Así, la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) fue emitida por el anterior gobierno regional antes de la aprobación del tercer Plan Hidrológico de la Cuenca del Río Guadiana, con lo que transgredió lo exigido en el artículo 13 y el anexo VII de la Directiva Marco del Agua. Además, la Comisión Europea advirtió «con gran preocupación» que el informe ambiental no había cubierto todas las masas de agua afectadas.

En segundo lugar, la Junta de Extremadura no adoptó el nuevo Programa de Acción de Nitratos que había anunciado a pesar de que el proyecto de regadío se encuentra en mal estado químico como consecuencia de la existencia de estas sales.

En una carta remitida al Gobierno de María Guardiola el pasado 2 de febrero, la directora general de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Verónica Manfredi, y el jefe de la Unidad de Medio Ambiente, Paul Speight, dejan claros estos incumplimientos, y aseguran que siguen «preocupados por la forma en que se ha realizado la evaluación de los impactos de este proyecto» y el deterioro que podría provocar en las masas de agua del río Guadiana.

En el escrito, ambos mandatarios recuerdan que la principal fuente del proyecto de regadío es la presa de Alange, que atraviesa niveles muy bajos desde el año 2022. También advierten que las predicciones estiman pérdidas de caudal superiores al 33 por ciento en el río Matachel y en la masa de agua subterránea de Tierra de Barros, sobre las que se sustenta el proyecto.

A modo de conclusión, los responsables comunitarios insisten ante la Junta de Extremadura que el plan de regadío es poco probable que sea compatible con la directiva marco sobre el agua y aseguran que existen «serias dudas» para la puesta en marcha del proyecto.

A pesar de todo, la Comisión Europea invita a las autoridades extremeñas a tener en cuenta las preocupaciones que les han transmitido a la hora de evaluar la viabilidad del proyecto de regadío en Tierra de Barros y el uso de los fondos comunitarios que se emplearía para su puesta en marcha.

En la imagen, la presa de Alange, que realizaría la principal aportación de agua para el proyecto, y plantaciones de viñedos de Tierra de Barros al fondo.