La asociación ecologista Adenex y el Observatorio Ibérico de la Energía han celebran un encuentro virtual antinuclear en el aniversario del desastre de Fukushima, considerado uno de los más graves de la historia, del que se acaban de cumplir 10 años.

En el encuentro, coordinado por Antonio Eloy, miembro del Observatorio portugués, han participado más de una veintena de antinucleares de Portugal y España y destacados activistas como José María G. Manzón (Adenex), profesores de Ingeniería y Ciencias Físicas de distintas universidades lusas y periodistas ambientales.

Al mismo tiempo, en Navalmoral de la Mata se ha recordado la catástrofe plantando un nuevo ciruelo en el Bosque del Recuerdo, que se encuentra en un espacio verde en las proximidades del Hospital Campo Arañuelo. Esta iniciativa surgió hace 10 años, tras conocerse el accidente nuclear, en homenaje a las víctimas, y desde entonces cada vez que llega la fecha se planta un nuevo ciruelo porque es el eje sobre el que gira una fiesta propia de Japón.

Los activistas que han participado en el encuentro virtual han intercambiado impresiones durante más de dos horas analizando las amenazas que la energía nuclear plantea en la actualidad. Entre los asuntos tratados han destacado los debates sobre el proyecto de construcción de una mina de uranio en Retortillo, en la comarca de Ciudad Rodrigo (Salamanca), muy próxima a Extremadura, y sobre la Central Nuclear de Almaraz.

Según ha informado Adenex, dentro de este contexto de industrias peligrosas ha habido varias menciones al proyecto de la mina de litio en Cáceres, y los participantes, tanto portugueses como españoles, han coincidido en señalar que se trata de un problema transfronterizo, ya que afecta a las cuencas hidrográficas del Tajo y del Duero, que desembocan en Portugal. También han señalado la dificultad de luchar contra intereses económicos muy fuertes, aunque estos proyectos provoquen el rechazo de buena parte de la sociedad.

Los activistas coinciden en que Fukushima «sigue siendo un problema sin resolver» porque la central nuclear continúa contaminando y los reactores no se enfriarán hasta dentro de 50 años. Además han valorado el riesgo que existe por el problema del almacenamiento del agua empleada para la refrigeración de los reactores después de que varias organizaciones ambientales hayan denunciado las intenciones del gobierno japonés de lanzarla al mar.

Tras este encuentro, Adenex y el Observatorio Ibérico de la Energía preparan el próximo, que tendrá lugar el 26 de abril, cuando se cumplan 35 años del
accidente de Chernobyl, la peor catástrofe nuclear de la historia.