Asaja Extremadura va a iniciar una serie de acciones con la finalidad de parar el macroproyecto del buda de la Fundación Lumbini Garden en Cáceres.

«Están hablando de la realización del mismo en una zona clasificada por el Plan General Municipal como suelo no urbanizable de especial protección de masas forestales y, además, en principio, en zona catalogada como Red Natura en la Zepa Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes», han indicado desde esta organización agraria.

La Junta de Extremadura, en el descuento de la anterior legislatura inició una modificación legislativa para evitar el derribo del complejo de Valdecañas y de paso, de un modo soterrado, para excluir al Cerro Arropez de la actual catalogación, de tal suerte que dejaría de ser espacio protegido, añaden en el comunicado desde Asaja.

También quieren hacer saber que el terreno donde pretende ejecutarse el proyecto es de naturaleza pública, propiedad del Ayuntamiento de Cáceres, y por tanto de todos los cacereños, y se lo van a regalar a una fundación privada, para ejecutar un proyecto vestido como religioso, apoyado la junta militar golpista de Myanmar (antigua Birmania) y de oscuros intereses económicos.

«Y mientras los agricultores y ganaderos extremeños siguen padeciendo todas las limitaciones establecidas en la red de espacios protegidos de Extremadura», indican en un comunicado.

El Partido Popular, que actualmente gobierna la región, llevaba en su programa electoral la reducción de los espacios protegidos. Por ello instan a la Consejería de Agricultura a que inicie el proceso de reducción de la superficie afectada por los mismos y que vuelvan al mundo rural, para un desenvolvimiento normal sin limitaciones de la agricultura y ganadería y cesen las restricciones que está llevando a Extremadura a ser el prototipo de la España vaciada.

Igualmente exigen a la actual Junta de Extremadura un ejercicio de trasparencia y hagan público en que se han gastado los casi trescientos mil euros de subvenciones de la anterior Consejería de Cultura y turismo.

«Y al Ayuntamiento de Cáceres, igual ejercicio de transparencia si hubiera subvencionado en este tema, y avisar de las graves consecuencias de enajenar o ceder para un interés privado del espacio que debería ser el cinturón verde de Cáceres, pudiendo incurrir en prevaricación. También, que dediquen los recursos del Buda a la Ribera del Marco que son más necesarios», indican desde Asaja.