El Administrador de Infraestructura Ferroviarias (Adif), descartó en un informe redactado en el mes de junio de 2021 el soterramiento de las vías del tren a su paso por Navalmoral de la Mata argumentando entre otras cuestiones su alto coste económico, pero en esa misma fecha comenzó a ejecutar un proyecto similar en Sant Feliu de Llobregat por un importe superior a los 110 millones de euros.

Los cálculos realizados por el administrador ferroviario hace dos años y medio indicaban que optar por el soterramiento de las vías en esta localidad podría suponer un incremento de inversión inicial de las obras de ejecución de unos 140 millones de euros, una cantidad similar a la del proyecto desarrollado en Cataluña, cuyo coste será superior al inicialmente previsto.

La entidad pública empresarial ferroviaria, adscrita al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, objetó que la ejecución de una estructura soterrada en Navalmoral de la Mata «obligaría a estudiar la viabilidad de mantener el servicio durante las obras mediante costosos desvíos, o a plantear la necesidad de un corte temporal de la línea».

Sin embargo, ni el coste económico ni el desvío del tráfico ferroviario han sido un obstáculo para acometer el proyecto en Cataluña, donde se han instalado cuatro aparatos de vía para permitir las condiciones de circulación necesarias para el mantenimiento del servicio ferroviario durante la realización de los trabajos del soterramiento. Adif no ha escatimado recursos para la ejecución de este proyecto y ha utilizado maquinaria especializada desarrollando los trabajos incluso en fines de semana «gracias a una exhaustiva planificación».

Para llevar a cabo el soterramiento en Sant Feliu, Adif estableció la vía única que permitió liberar el espacio necesario para construir las estructuras del soterramiento, manteniendo a la vez el servicio a los viajeros.

Lo que en el caso extremeño sería una gran contrariedad para Adif -el desvío del tráfico ferroviario para evitar el cierre de la línea-, es un asunto que se solventa con relativa facilidad en el caso catalán, donde se han contemplado restricciones en la capacidad operativa, por lo que se ha establecido un servicio alternativo por carretera para los últimos trenes de viernes, sábados y domingos en el trayecto Cornellà-Martorell. Adif ha reconocido que a medida que avancen las obras, las afectaciones se irán ajustando a las diferentes situaciones, garantizando en todo momento la movilidad de los viajeros.

Resulta especialmente llamativo que en el verano de 2021 Adif defendiese de forma tan convincente el soterramiento del municipio catalán con el argumento de que permitiría la permeabilidad de la infraestructura ferroviaria de la línea Barcelona-Vilafranca del Penedès-Sant Vicenç de Calders entre los dos sectores de la trama urbana, al eliminar la histórica barrera que representa el actual trazado en superficie.

Por el contrario, el administrador ferroviario no ha tenido en cuenta que la opción del muro que plantea levantar en Navalmoral de la Mata dividirá en dos la localidad; actualmente más de 2.000 personas residen de las vías hacia afuera en distintas barriadas que quedarán en una situación de permanente aislamiento respecto del núcleo poblacional.

LA EXCUSA MEDIOAMBIENTAL

Adif no ha utilizado exclusivamente el argumento económico para tirar por tierra las pretensiones de los ciudadanos de Navalmoral de la Mata, partidarios del soterramiento. También ha objetado que el paso subterráneo de la línea obligaría a redactar un nuevo estudio informativo por parte del ministerio competente, con el consiguiente retraso en la ejecución del proyecto.

En el informe de junio de 2021, Adif también argumenta «problemas medioambientales» debido a la existencia de un acuífero que podría resultar afectado por el soterramiento; sin embargo, propone la ejecución de un paso subterráneo para el tránsito de los vecinos de la localidad sobre el que no plantea objeciones.

Otro de los aspectos que defiende con vehemencia Adif en el proyecto catalán es el incremento de la seguridad para los vecinos y la explotación ferroviaria y la reducción de la huella de carbono, cuestiones sobre las que no realiza ningún pronunciamiento a favor en el caso de Navalmoral de la Mata en el mencionado informe.

El tramo urbano que ejecuta Adif en esta localidad ocupa el corredor de la actual línea de ancho convencional, duplicando la vía y adecuándola a las especificaciones de la futura línea de alta velocidad. El proyecto contempla la supresión de seis pasos a nivel -dos de ellos en la población-, que serán sustituidos por dos pasos inferiores peatonales de 10 metros y un nuevo paso inferior en el entorno de la estación. También se levantarán cuatro nuevos pasos superiores y se remoderán los dos antiguos de la carretera N-V para adecuarlos a los gálibos que requiere la nueva infraestructura ferroviaria.

En contra de la tesis que defienden la Junta de Extremadura, el Ayuntamiento de Navalmoral de la Mata, la plataforma «No al muro» y otros colectivos que reclaman el soterramiento de las vías, Adif sostiene que su proyecto favorece la integración urbana, con más espacios para los peatones y un itinerario que facilitará la conexión a pie de la zona del colegio y del instituto con la estación ferroviaria. De este modo no habría necesidad de rodear la instalaciones de Cetarsa por la Avenida de las Angustias, argumentos estos que han sido rebatidos en todos sus términos por las entidades y colectivos contrarios al desarrollo de un trazado de tren en superficie.

En la imagen de Adif, obras ejecutadas para el soterramiento de las vías del tren en el municipio catalán de Sant Feliu.