“No queremos cuentos, excusas ni explicaciones técnicas, queremos cuentas y soluciones con carácter inmediato». Son palabras textuales de la consejera de Movilidad, Transporte y Vivienda de la Junta de Extremadura, Leire Iglesias, ahora escandalizada por la sucesión de errores, retrasos y anomalías detectados en el tren Alvia que fue inaugurado hace tres días como si se tratase de un alta velocidad.

La Junta de Extremadura ha hecho como si no fuera con ella la cosa y ha derivado responsabilidades al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. La petición formulada esta mañana ha sido clara: piden soluciones, explicaciones y responsabilidades.

El Gobierno de Guillermo Fernández Vara está realmente preocupado con lo sucedido y es consciente de que el asunto del tren ha calado en la sociedad y puede pasarle factura electoral. El viejo Alvia no ha parado de presentar fallos desde el lunes, fecha de su puesta en marcha, y Renfe ha optado por la vía más fácil al cesar al gerente de Producción de Servicios Comerciales de la línea ferroviaria Madrid-Extremadura culpándole de tanto despropósito.

En apenas 7 días, la Junta de Extremadura ha pasado de ensalzar el proyecto a echarlo por tierra. El 14 de julio Fernández Vara dijo que el tren empezaba un nuevo camino que iba a mejorar las prestaciones de los extremeños. Ahora su consejera de Transportes califica el servicio de “absolutamente indecente y absolutamente inaceptable para los extremeños».

Iglesias ha comparecido en rueda de prensa para anunciar que la Junta de Extremadura se ha puesto en contacto con los responsables del Ministerio de Transportes para que “adopten con carácter inmediato soluciones, den explicaciones y asuman responsabilidades”. De hecho ha expresado su convencimiento de que se van a adoptar medidas para que desde mañana mismo los trenes circulen con normalidad.

Al igual que sucediera en octubre de 2018, cuando Renfe cesó a dos directivos por el mal funcionamiento del tren Madrid-Extremadura, ahora la Junta no está conforme con la decisión de Isaías Táboas de fulminar al gerente de Producción de Servicios Comerciales y pide más cabezas. Leire Iglesias ha dicho que si algo no funcionaba correctamente y alguien no ha sido consciente de la sucesión de errores, los responsables deben asumir su responsabilidad.

«Al menos nos merecemos ese respeto y que se asuman las responsabilidades necesarias”, ha declarado la consejera, que ha dejado claro que, se trate de los trenes o de la infraestructura, se deben adoptar soluciones para que el servicio funcione adecuadamente.