Extremadura ha registrado 2.154 fallecimientos como consecuencia de la Covid-19 desde el inicio de la pandemia y 134 de ellos se han registrado entre el 4 de enero y el 4 de febrero, fecha en la que el Ministerio de Sanidad dio a conocer los últimos datos oficiales.

Hasta el pasado 4 de enero había 143.102 extremeños que se habían contagiado de alguna de las variantes en que ha mutado el coronavirus y esta cifra se ha elevado el 4 de febrero hasta situarse en 217.874 pacientes infectados. Según estas cifras oficiales, 74.712 personas se han contagiado en el último mes, en el que ha actuado con especial virulencia la variante ómicron.

Las cifras de Sanidad revelan una tendencia a la baja en la propagación de la enfermedad con respecto a la de hace un mes; así, la incidencia acumulada a los 14 días el 4 de enero era de 3.001,51 y un mes después se sitúa en 2.352,24 por cada 100.000 habitantes. En aquella fecha Extremadura se encontraba entre las 5 comunidades autónomas con mayor incidencia acumulada del país y ahora se sitúa ligeramente por encima de la media nacional.

Los datos hospitalarios, sin embargo, registran una evolución desfavorable con respecto al mes pasado. El 4 de enero había 159 pacientes hospitalizados y una tasa de ocupación hospitalaria por 100.000 habitantes del 14,94 por ciento. Ahora hay 9 ingresados más que en aquella fecha y la  tasa de ocupación hospitalaria se ha incrementado hasta el 15,79 por ciento, casi un punto más que entonces.

El registro oficial de datos también revela la avalancha que registraron los servicios sanitarios en las fechas navideñas para realizarse pruebas. Así, del 25 al 31 de diciembre pasados se realizaron 28.916 PCR y 44.428 test de antígenos. Un mes después, la cifra se había reducido considerablemente, ya que el total de pruebas diagnósticas realizadas entre el 25 y el 31 de enero fue de 10.820 PCR y 29.999 test de antígenos. Pero a esta reducción no ha contribuido exclusivamente la celebración de las Navidades y el deseo de los ciudadanos por conocer su estado de salud para reunirse con tranquilidad, sino también el hecho de que a medida que ha transcurrido el tiempo se ha ido incrementando la venta de test de antígenos en las farmacias y la práctica del auto-test; y el resultado de esas pruebas no queda registrado oficialmente en ningún lado salvo que se acuda a confirmarse a un centro sanitario.