El líder de Vox, Santiago Abascal, ya ha respondido a la candidata del Partido Popular (PP) a la presidencia de la Junta de Extremadura, María Guardiola, a quien ha pedido que indique los asuntos que está dispuesta a negociar con su formación política para alcanzar un acuerdo de gobernabilidad en esta comunidad autónoma.

Aunque se da por sentado que finalmente Guardiola será la presidenta de Extremadura, el panorama político sigue revuelto, especialmente después de que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, dijese públicamente que estaba dispuesto a mantenerse en su idea de que gobierne la lista más votada en cada lugar, incluso a costa de sacrificar la gobernabilidad en esta región.

En la reunión de la junta directiva regional del PP celebrada el sábado en Mérida, María Guardiola insistió en su idea de gobernar en solitario y aseguró que no tenía noticias de Vox para alcanzar un acuerdo. La candidata del PP ha llamado por teléfono y ha enviado mensajes al líder regional de Vox, Ángel Pelayo, pero aún no ha tenido respuesta. Por eso ha pedido a  Abascal que deje negociar a Pelayo con ella o, en caso contrario, que sea él mismo el que se siente para tratar de alcanzar un acuerdo.

Ahora es Abascal el que ha pedido a Guardiola que anuncie públicamente qué es lo que está dispuesta a pactar con su formación política. El líder de Vox asegura que mantiene la mano tendida para tratar de construir una alternativa al PSOE de Guillermo Fernández Vara, pero el tiempo corre y la estrategia socialista pasa por dejar a PP y Vox sin margen de negociación.

Vara anunció el pasado martes al término de la comisión ejecutiva regional del PSOE que esa misma semana daría los pasos para la sesión constitutiva de la Asamblea de Extremadura, que finalmente no se llevará a cabo hasta la próxima semana, una vez que el presidente en funciones ha finalizado la ronda de negociaciones con el resto de partidos que han obtenido representación parlamentaria.

El tiempo va a ser determinante en los próximos días si se tiene en cuenta que Abascal ha pedido a Feijóo pactar antes de las elecciones generales del 23 de julio y el PP ha insistido en que buscarán gobiernos en solitario. En el habitual «cambio de cromos» entre las distintas formaciones políticas caben todas las posibilidades, y una de ellas era la que barajaba Feijóo de dejar que en Extremadura gobernase la lista más votada para poder lograr varios alcaldías y diputaciones provinciales en el resto del país.

Las palabras del líder del PP han rechinado entre los votantes del PP, un partido que corre el riesgo de espantar a parte de su electorado hacia un Vox con las ideas más claras y que ya ha advertido del posible error que supondría no contar con ellos en Cantabria como pretenden los populares.

SIN NEGOCIACIÓN EN EXTREMADURA

En Extremadura no se ha abierto aún la negociación PP-Vox y lo han reconocido ambas partes. Es más, María Guardiola dijo ante los asistentes a la junta directiva regional del sábado que «ójala hubiera un pacto ya, pero ni lo hay, ni estamos negociando, porque Ángel Pelayo no ha recibido autorización para sentarse a negociar conmigo».

La candidata extremeña también dejó claro que no necesita permiso de nadie para negociar y que quien piense que se trata de una estrategia se equivoca, porque ante todo hay que ser leales a las siglas y a los extremeños.

Abascal sabe la fortaleza que tiene porque su formación será decisiva para la constitución de numerosos gobiernos, diputaciones y ayuntamientos, pero ha pedido «un poco de respeto» a sus votantes para poder iniciar una negociación. El líder de Vox exige llegar a acuerdos con el PP antes de las elecciones generales del 23 de julio basándose en la tesis de que no hay tiempo que perdere, mientras el presidente del PP se guía por la estrategia de alargar los plazos por considerar que un acuerdo con Vox antes de los comicios generales podría pasarle factura.

En la imagen, el presidente de Vox, Santiago Abascal, en el mitin celebrado en Cáceres el pasado 19 de mayo en el Parque Padre Pacífico.