El alcalde de Moraleja, César Herrero, ha lamentado que tres contenedores de basura hayan resultado calcinados en sólo unos días por la imprudencia de algunos ciudadanos de tirar en ellos restos de brasas o cenizas sin estar completamente apagados.

A pesar de las indicaciones reiteradas que se han hecho desde el consistorio para que los ciudadanos eviten esta práctica tan peligrosa, hace sólo unas horas aparecía en Moraleja otro contenedor quemado, una situación que afecta al bolsillo de todos los que residen en esta localidad y que puede ser peligrosa. Tal y como ha aclarado el primer edil un contenedor suele costar unos 1.000 euros.

Además, cuando un contenedor comienza a arder es un peligro para todo lo que le rodea como es caso de vehículos estacionados en sus inmediaciones o las viviendas que se encuentren en las proximidades.

«Seamos responsable y unamos voluntades», ha dicho el alcalde. «Un pueblo limpio es cosa de todos», ha recordado el primer edil.