La Delegación del Gobierno en Extremadura ha confirmado la apertura parcial de la carretera N-523, entre Cáceres y Badajoz, tras los graves daños causados en esta vía por la borrasca Efraín.

Concretamente, se ha abierto al tráfico desde la población pacense de Gévora hasta La Roca de la Sierra, una de las poblaciones más afectadas por el temporal. Se trata de una apertura parcial con paso alternativo regulado por semáforos en el punto kilométrico 59. Además, no se permitirá el paso de vehículos pesados.

El mayor daño que ha registrado esta vía de comunicación se encuentra en el kilómetro 45, punto en el que existe un gran socavón que obliga a mantener cortada la carretera y hacer uso de otros itinerarios alternativos.

 

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