La Diputación de Cáceres ha firmado este martes convenios con 38 ayuntamientos de la provincia y la entidad financiera Cajalmendralejo para la instalación de oficinas o cajeros automáticos en los municipios con el objetivo de recuperar los servicios bancarios que se perdieron en 2019 con el cierre de oficinas, que dejaron a la población rural, mucha de ella de avanzada edad, sin la posibilidad de realizar trámites bancarios.

Se trata del segundo Plan de Exclusión Financiera liderado por la institución provincial tras el primero puesto en marcha por el cierre «progresivo y acelerado» de oficinas de entidades financieras en localidades de la provincia, y al que se acogieron unas 30 localidades, por lo que serán ya casi 70 municipios los que recuperarán los servicios bancarios.

Para ello se cuenta con un presupuesto de 1,5 millones de euros para la instalación, o bien de cajeros automáticos o de una oficina presencial que abrirá un número de horas y de días de terminados a la semana.

Los municipios se podrán acoger a una de las tres líneas de actuación que se contemplan en el convenio, y que estará vigente durante un periodo de cinco años: instalación de oficina y cajero, solo oficina, o solo cajero.

La instalación de oficina y cajero comprenderá la ejecución de las obras necesarias y la oficina estará abierta al menos una vez por semana y un mínimo de 3 horas semanales, mientras que el cajero deberá contar con unas dotaciones mínimas que permitan al menos la disposición de dinero en efectivo, tanto con tarjeta como con libreta, así como la consulta de saldos instalación de oficina, con el funcionamiento indicado anteriormente, o instalación de cajero también con las dotaciones exigidas en la línea de actuación primera.

La financiación será del 33% por parte de la Diputación de Cáceres, el 33% por parte de la entidad financiera y el 33% por parte del ayuntamiento.

«El cierre de oficinas era un problema derivado del descenso del número de habitantes, que llevaba a que se dejara a muchos de nuestros pueblos sin posibilidad de disponer, no solo de una oficina bancaria, sino tan siquiera de cajeros automáticos que permitiesen realizar operaciones bancarias básicas», ha explicado el presidente de la Diputación de Cáceres, Carlos Carlos, antes de la firma de los nuevos convenios.  De hecho, se espera firmar un nuevo convenio antes de que finalice el año para poder incluir una decena de entidades locales más que han visto en los últimos meses el cierre de sus oficinas y cajeros.

Los pueblos que han firmado este martes los convenios son Aldeacentenera, Aldeanueva del Camino, Alía, Azabal, Botija, Cadalso, Campo Lugar, Casares de Las Hurdes, Cerezo, Conquista de la Sierra, La Cumbre, Descargamaría, La Garganta, Gargantilla, Gargüera, Guijo de Galisteo, Guijo de Santa Bárbara, Herguijuela, Higuera de Albalat y Marchagaz.

Completan la lista La Moheda de Gata, Mohedas de Granadilla, Morcillo, Palomero, Plasenzuela, Portaje, Portezuelo, Robledillo de la Vera, San Gil, Santa Cruz de la Sierra, Santibáñez el Alto, Torre de Don Miguel, Torre de Santa María, Torrecilla de los Ángeles, Valdemorales, Villa del Rey, Villamiel y Villasbuenas de Gata.

Estos 38 municipios se suman a los 30 que en 2019, con un primer Plan de Exclusión Financiera, de 250.000 euros, fueron atendidos y que pudieron poner en funcionamiento o bien un cajero o bien una oficina con atención personalizada durante unos días a la semana.

Esas localidades fueron Aceituna, Aldea del Cano, Barrado, Calzadilla, Carbajo, Carrascalejo, Casillas de Coria, Cedillo, Fresnedoso de Ibor, Hernán Pérez, Herrera de Alcántara, Herreruela, Holguera, Mata de Alcántara, Navalvillar de Ibor, Navatrasierra, Pescueza, Piedras Albas, Puerto de Santa Cruz, Robledillo de Trujillo, Romangordo, Salvatierra de Santiago, Santa Cruz de Paniagua, Santa Marta de Magasca, Santiago del Campo, Serrejón, Valdastillas, Valdesalor, Villamesías y Zarza de Montánchez.

Posteriormente, diez localidades se acogieron a una ayuda para la actualización del software informático del cajero, lo que conllevaba la sustitución del cajero obsoleto por uno nuevo y el mantenimiento durante cinco años. Para ello se contaba con un presupuesto de 346.500 euros. Estas localidades fueron Aceituna, Aldea del Cano, Calzadilla, Cedillo, Hernán Pérez, Herreruela, Holguera, Romangordo, Valdesalor y Zarza de Montánchez.