Más de 600 firmas han solicitado al Ayuntamiento de Tornavacas una calle para los maestros don Tomás Calvo Fuentes (Plasencia 1905) y doña Dolores Buezas García (Jerte 1908) que llegaron a Tornavacas en 1929 y allí se jubilaron tras más de 40 años de docencia. Dos generaciones de tornavaqueños, en algunos casos de tres, (abuelos, hijos y nietos) han sido alumnos de don Tomás y doña Dolores (1929-1971), recibiendo una formación integral humana para ser mujeres y hombres de honor, de cumplimiento del deber y del esfuerzo por el trabajo, logrando que hayan triunfado en la vida, a pesar de las dificultades de aquellos años del hambre y de la austeridad económica.

Don Tomás y doña Dolores inculcaron y prepararon a los alumnos más capacitados, fueran ricos o pobres, a estudiar en el Seminario, en colegios religiosos o en Institutos, siendo Tornavacas uno de los pueblos que tiene más profesionales, hoy repartidos por toda la geografía nacional, e incluso en el extranjero. Por otra parte, según un estudio de los años ochenta, Tornavacas era el segundo pueblo con menos analfabetos adultos de toda la provincia de Cáceres.

La Asociación por la Convivencia entregó el pasado 26 de septiembre al Ayuntamiento de Tornavacas un amplio informe con las razones para este reconocimiento de gratitud  y honra de la enseñanza en valores, acompañando  las 602 firmas recibidas.  De ellas, 242 pertenecen a la comunidad tornavaqueña, incluyendo las firmas recogidas en el pueblo, las cartas de apoyo enviadas por tornavaqueños  y  por familiares de los maestros. Se han recibido abundantes cartas de apoyo de todas las Comunidades de España (232), así como del extranjero (128), de 24 países: particularmente de México (58) y Estados Unidos (16), Colombia (10), pero también de Venezuela, Cuba, Guatemala, Puerto Rico, Perú, Argentina, Ecuador, Nicaragua, Costa Rica, Honduras, Panamá, Francia, Noruega, Italia, Israel, Marruecos, Jordania, Filipinas y Emiratos Árabes.

Además del gran número de firmas, hay que resaltar la relevancia de bastantes apoyos, tanto políticos (de todos los partidos), institucionales de inmigrantes y refugiados, instituciones cívicas y culturales, personalidades académicas (rectores, decanos y catedráticos) y personas religiosas y otros de múltiples profesionales.

Los testimonios de gratitud de los que fueron alumnos y alumnas de don Tomás y doña Dolores, que escribieron en sus impresos de firmas, son abundantes y evidencian la relevancia de su educación en valores. Solo una pequeñísima muestra: “Fui alumno suyo con grato recuerdo a todas sus enseñanzas y valores que agradeceré siempre.” “Me dio mucha seguridad en la vida y ser persona.” “Fueron dos maravillosas personas y dos maestros ejemplares.”  “Es de bien nacidos ser agradecidos ¡Con mi reconocimiento!” “Fueron buenos y ejemplares maestros que contribuyeron a la formación de la gente del pueblo.” “Fui alumno suyo, con grato recuerdo a todas sus enseñanzas y valores que agradeceré siempre.” “Deseo que este reconocimiento a ambos maestros se lleve a cabo, porque ellos dedicaron su vida a los niños de Tornavacas y ahora le toca al pueblo agradecer su labor. ¡Fueron dos maravillosas personas y dos maestros ejemplares. Gracias, ¡queridos maestros!  No sólo nos enseñasteis a leer, escribir y de cuentas, sino también, y con todo cariño, a querer a la gente de nuestra tierra.”

Los españoles y extranjeros que no conocen Tornavacas resaltan la importancia de los maestros rurales en la promoción cultural en los pueblos pequeños en los años de la posguerra, como lo muestran, entre muchísimos, estos testimonios: “Por la cultura, por los maestros rurales y por el progreso. Porque con la educación podemos cambiar el mundo y D. Tomás y Dª. Dolores dedicaron 40 años de su vida en Tornavacas” (Jaén).” “Un maestro en esos tiempos fueron personas que marcaron mucho en la vida de los habitantes de Tornavacas” (Jerte).” Tener una calle con su nombre en Tornavacas, lo que honraría al alcalde, al ayuntamiento y a todo el pueblo de Tornavacas y por extensión a Extremadura” (exvicepresidente de la Junta de Extremadura (1989-1995).” “Los maestros de pueblos deben ser reconocidos hasta el infinito.” (Madrid). “Promovieron con sus enseñanzas y ejemplo una educación integral en valores humanos. Ellos supieron entregar su vida, en tiempos muy difíciles, para que nosotros pudiéramos ser lo que somos.” (Cáceres). “No puede haber nada más noble y leal que el reconocimiento a una larga e incansable vida dedicada no sólo a la formación, sino a la educación y, con ellas, a la configuración de la sociedad que hoy se articula en Tornavacas y a su continuo progreso.” (Asturias).

Y he aquí otros testimonies del extranjero: “Creo que el reconocimiento a personas que tanto han dado al pueblo refuerza los lazos entre pasado, presente y futuro” (Marruecos).” “El reconocimiento de nuestros maestros y mayores es tarea de todos. Para quienes sembraron saber y trabajo para un futuro mejor” (Argentina). “De veras, creo que esa generación de maestros se merece no una calle, sino toda una plaza, la mejor del pueblo, incluso un barrio entero.” (Estados Unidos).

“Al honrar con una calle al matrimonio de D. Tomás y Dª. Dolores, se escribe en el Informe de la Asociación solicitante, honramos y agradecemos a todos los que han sido maestros en Tornavacas y a todo el profesorado extremeño, realzando la importancia crucial que tiene el colegio para los niños y niñas de nuestros pueblos y ciudades de cara a su futuro profesional y vital.”

El autor es catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid, académico correspondiente de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, Medalla de Extremadura 2013 e hijo de los maestros homenajeados.