En la Casa Real aún no se han enterado. La agenda de ​Su Majestad el Rey para el próximo lunes anuncia que Felipe VI presidirá la inauguración de la línea de Alta Velocidad Plasencia-Badajoz entre las estaciones de Cáceres y Badajoz. A Don Felipe le han dicho que l​a línea de Alta Velocidad Madrid-Extremadura, de 437 kilómetros, forma parte del Corredor Atlántico, pero no le han informado que va a subirse a un tren Frankenstein que en la mayoría de su trayecto va a circular a 89 kilómetros por hora. Vamos, como John Wayne a caballo en una de sus numerosas películas del oeste.

En Extremadura somos lentos en infraestructuras, pero rápidos en reflejos. Es lo que tiene haber soportado tantos guantazos a lo largo de los años, que uno, a base de leches, espabila. Es -y vuelvo al recurso de los western que yo veía de niño en el cine de tío Vidal- como en aquellas películas de vaqueros en las que, o matabas, o te mataban; todo era cuestión de rapidez. Y mira por donde nos llevamos la palma en esto de los incendios pero a Guillermo le importa poco. Él ya ha cumplido cuando ha ido a hacerse la foto en Las Hurdes, que ahora toca buscar la jubilación para la próxima legisltatura.

A Don Felipe no deben haberle advertido que como los abucheos van en una única dirección es más que probable que se lleve parte de la monumental bronca que los extremeños le tienen preparado al séquito del Gobierno y al mismo Fernández Vara el día en el que se inaugure un tren que no existe.  Cuanto más numeroso sea el grupo de la foto, mejor se digerirán los silbidos, mejor se masticarán los insultos, que también los habrá. Al fin y al cabo, en esto de la política uno termina echando cara y cuando te humillan en público basta con poner rostro de compungido y mirar para otro lado.

El lunes, 18 de julio de 2022, será una fecha para recordar, pero no porque se cumplan 86 años del alzamiento nacional, o lo que es lo mismo, del inicio de la Guerra Civil española. Ese día pasará a la historia porque se inaugurará el tren de la bruja, con escoba y traje de payaso incluido. Si a alguien le queda algo de dignidad debería parar el numerito del lunes, esa pantomima que ha enojado a los extremeños que no toleran más desagravios con este tren. No es lógico que media Extremadura esté ardiendo y una corte de políticos se suba a un vagón a hacer un viajecito que, para más inri, ni siquiera va a salir de Monfragüe. En eso sí que han estado recatados; nuestros representantes no vendrán a Extremadura a hacerse la foto a las puertas del infierno. Es lo mejor para todos, porque no debe resultar agradable ir sentado en un vagón y ver a través de la ventana a nuestros hombres de amarillo sofocando las llamas.